3 de diciembre de 2017

Una tarde con Belén

Tenia planeado levantarme temprano y salir a andar en bici, solo que al despertar me ha dado mucha flojera además hacia frío, preferí quedarme en casa y lavar la ultima tanda de cobijas, aunque en si solo faltaba la de mamá, así que subí la colcha y mi ropa sucia y mientras lavaba he acomodado en una bolsa las 3 pieles que tenemos encima de tu buro, espero con eso se quite un poco el olor, el único problema ha sido al momento de guardarlas en la parte superior del closet, tuve que mover algunas cosas para que entraran, además hace unos días cambié de lugar dos de tus guitarras Alex, según yo para que no se lastimen.

Lamenté no haber lavado las colchitas que tenemos, mi idea es tenerlas todas limpias y guardadas, ni hablar, las lavaré el siguiente fin de semana, la verdad es que no urge, lo que, si es darle una sacudida al librero de la sala y demás cosas, creo que sería bueno comenzar a tirar cosas que no sirven.

Mientras lavaba vi una peregrinación de caballos, salí a verla pues pasaron por la avenida, solo que nada mas pude ver el final, de ahí charle un poco con las Chávez, la verdad es que comienza a ser fastidioso eso de dar explicaciones por cosas que Perla hace, creo que mejor dejo las cosas así, no negaré que me molesta mucho, pero bueno.

Antes de irme he metido la colcha al cuarto de arriba y dejado mi ropa en suavizante, por su llueve, y me he llevado la poca basura que tenia en casa. Curiosamente he llegado bastante a tiempo a Buenavista, solo que Belén me ha hecho esperarla unos 20 minutos, mientras lo hacia me senté y al muchacho, acompañado con su mamá, que le di un poco de espacio para sentarse, me ofreció amablemente un pedazo de pizza, había comprado una mediana para él y la señora, la verdad ese gesto me hizo pensar en otra cosa y dejar a un lado el tema de Perla.

Siempre es un gusto verla, solo que esta vez no fue como lo esperaba pues me hablo de muchas cosas y cuando le hable de lo sucedido con Perla solo dijo: “Son celos” y cambió el tema, quizá lo haya hecho a propósito para no clavarnos en lo mismo, quizá no, pero por un momento me sentí incómoda con ella, aunque eso me hizo ver en perspectiva de que le doy más valor del que merece.

Fue un relajo el comprar los boletos para el cine, por suerte lo hicimos y mientras esperábamos a David compramos algunos snacks, ellos nachos y palomitas y yo medio litro de nieve, que pensé compartiría con ellos, pero terminé comiéndomelo todo, cuando iba poco más de la mitad sentí culpa, pero era más el pensar que pague casi 60 pesos por algo que vale menos, y como bien sabes ganó más el no querer tirar comida que el cuidar mi alimentación, terminé comiéndolo todo Alex, solo una cucharada comió Belén y David.

He vuelto a casa poco antes de las 9 de la noche, por suerte había una patrulla en la esquina de la casa, al llegar puse la ropa en la secadora y mientras esperaba a que se secara hable un poco con mamá y prepare las cosas para mañana.

Dos veces he visto La liga de la Justicia Alex, las mismas veces que he estado segura habríamos tenido tanto que charlar sobre ella, me haces tanta falta.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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