1 de octubre de 2017

El quirofísico

La alarma del despertador comenzó a sonar a las 8:30 de la mañana, momento que aproveché para mandarle un mensaje al ahijado y saber si realmente quería ir a conocer ese parque en Tlalpan o prefería quedarse en cama, siendo un día muy gris, afortunadamente prefirió quedarse en cama, así que apague todo y me acurruque de nuevo bajo las cobijas.

A las 9:30 de la mañana me levanté y después de desayunar comencé a organizar la casa, recogerla más que nada, y lavar la ropa y la colcha que suelo usar para dormir, mi idea fue dejar todo listo en la casa para que al volver pudiera recostarme sin problema, ya que las veces que otra persona me ha llegado a sobar he terminado cansada y con ganas de dormir.

Desafortunadamente dejé la colcha y dos toallas tendidas afuera, lo demás lo dejé remojando en suavizante, y me fui hacia el metro Potrero, así es Alex, un lugar al que no me gusta ir pues me trae muchos recuerdos y como pude evité esa zona, pero me fue imposible pues donde solía esperarte es donde tenía la cita.

Para llegar he optado por irme en camión, me cobró más de lo pensado pero bueno, al final no ha sido la mejor opción pues tuve que caminar bastante, lo mejor hubiera sido irme en metrobus y transbordar para bajar en la estación potrero, pero bueno.

Me fue fácil llegar al lugar pues ayer hice lo que solíamos hacer Alex, dar una vuelta por la zona para ubicarme y llegar a tiempo, la casa era de un solo piso, una construcción bastante vieja pero bien cuidada, al tocar el timbre me abrió una señora muy amable y me hizo esperar 1 minuto en el patio, al darme la vuelta me topé con un hombre un poco alto, joven y atractivo que iba vestido con una filipina.

Abrió la puerta de un pequeño cuarto y me hizo bastantes preguntas para tenerlas en su archivo médico, bastante profesional me pareció todo, aunque de vez en vez hice algunas bromas que tomó muy bien, bromas que me sirvieron para romper el hielo, cuando me dijo que pasara al baño y usara una bata para quitarme la ropa le mencione que iba con likras, así que me quité el pans y se las mostré, tuve que subirlas hasta arriba para que no tuviera problema.

Una vez recostada ha puesto unas toallas a calentar en un microondas y posteriormente me las colocó para “aflojar” los músculos de las piernas, sección por la que empezó. Al principio se me hizo un poco incomodo pues el motivo por el que estaba ahí eran los brazos, pero con forme iba avanzando noté que descubrió algunas contracturas en ambas piernas que no me había dado cuenta, de ahí subió para checar la parte de la ciática, por supuesto siendo muy profesional.

Cuando llego a los brazos se enfocó más en el izquierdo, con forme iba dando masaje el dolor paso al hombro, me dijo que eso era normal, luego paso al derecho y un poco los hombros, no mucho, pensé que si lo iba a hacer pero me dijo que eso sería en otra sesión, que por ahora era más que suficiente lo que había hecho, lo curioso es que dijo que al inicio dijo que me iba a colocar algunos aparatos en otras sesiones pero los aplico en esta, creo que me ha visto muy mal.

Ya de salida corroboré la hora y he estado ahí por más de 2 horas, de hecho, han sido 2.30 horas, todo estuvo bien hasta que durante el masaje me percaté que comenzó a llover, mientras caminaba hacia el metrobus rogué porque en la casa no haya tenido lluvia, pero si tuve Alex, por lo que la ropa que deje tendida tuve que volverla a enjuagar y acortar el tiempo con la otra en suavizante, ni hablar.

Así que termino el día con los músculos más relajados, una colcha lavada 2 veces y ropa seca sin mucho olor a suavitel, ni hablar. Lo único es que me dijo que nos veríamos el siguiente domingo, tan mal me encontró?

Alex… ojalá estuvieras aquí para orientarme, debo volver a que me den masaje?... ven ya por mi… TE AMO.

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