29 de octubre de 2017

En casa de Belén

Dormir fuera de casa y sin la compañía de Corleone no estuvo bien Alex, quizá haya sido la mezcla de todo, o que te extrañé bastante, pero no dormí del todo, me la pasé escuchando todos los ruidos de la casa de Belén, escuchar cómo se preparaban para dormir, los mensajes de algunas personas, escuchar como llegaba de madrugada su hermano, el canto del gallo y el concierto de los borregos hicieron que pasara una noche no muy tranquila, por suerte me dejaron en un cuarto medio aislado ya que la música de sus vecinos casi no se escuchaba.

Seguramente la luz entrando por la ventana hicieron que me despertara, o quizá haya sido el cambio de horario, no sé bien Alex, pero antes de las 7 de la mañana ya estaba levantada, así que me vestí, tendí la cama y acomodé el edredón en la bolsa para perder un poco el tiempo antes de salir del cuarto y justo cuando lo hice me topé con la sorpresa de que su hermano había dormido donde creí lo había hecho David, al final me dijo que él se había quedado con Belén y que fue decisión de su hermano dormir en ese lugar.

Lo curioso fue que mientras comíamos escuche una de las canciones que solíamos cantar juntos, he sentido como si estuvieras a mi lado, mientras los demás comían yo sonreía pensando en ti, estoy segura que te llevarías muy bien con Belén y David, son buenas personas, sobre todo me han ayudado mucho.

Después de ayudarles un poco y desayunar me puse en camino para la casa, solo que esta vez lo hice de manera diferente, decidí irme por el metro Rosario y de ahí tomar el metrobus para ir a la casa, justo ahí me topé con Andrea, quien seguramente esperaba a su novio, pero se hizo la loca cuando me vio, en fin.

Al llegar a casa comencé a lavar, luego puse la computadora para continuar bajando unos programas y de ahí al centro comercial para sacar el dinero que mamá me dijo, solo que me hice bolas y al final parece que le quitaron una ayuda que le estaban dando, ni hablar, pobre de ella, entre una cosa y otra ahora está recibiendo menos dinero, quizá sea bueno reorganizar mis finanzas y tratar de ayudarla un poco más.

El resto de la tarde lo he pasado en casa, descansando un poco, aunque ya noche terminé cociendo mis pantalones de mezclilla, aquellos que había comprado, pero me quedaron muy grandes y bueno, apenas noté el error, sí que les sobraba bastante, sobre todo en las piernas.

Como veras termino el día muy cansada y sacada de onda por el nuevo horario, a ver cómo me va mañana, espero no olvidar que debo ir al banco.

Alex… me haces muchísima falta… ven ya por mi… TE AMO.

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