14 de octubre de 2017

La tina roja

Hoy he ido a casa de mamá, el pensar que será el último sábado que iré a ese lugar me llena de tristeza, tantas cosas que han pasado ahí, todo por esa persona a la que ya no considero de mi familia, pero bueno. Prefiero no contarte más de lo que ha pasado hoy ahí, básicamente cosas normales Alex, al final he salido de ahí sintiéndome mal, sobre todo por mamá, ojalá pudiera cambiar su mirada, aunque creo que ella ha de decir lo mismo de la mía, ojalá alguien pudiera cambiar mi mirada triste, pero se alguien eres tú Alex y hasta que no vengas por mi dudo que cambie.

Ya en casa he comenzado a lavar la ropa, me animé a lavar una colcha, la que estoy usando para taparme, aunque aún me resulta extraño el que no pese mucho, al final termina siendo muy calientita, bueno pues esa colcha, que estoy segura habrías usado tú, la he lavado y puesto a secar en uno de los lazos para no usar la secadora, además de la toalla café que ahora uso.

Pasadas las horas he subido a quitar la ropa seca y poner el resto en la secadora, ahí tuve la idea loca de bajar la tina y llevarla a casa de mamá, solo que la puse en la cornisa y apenas le di la espalda comenzó a soplar el aire y zaz, se ha caído Alex, así que mi idea de repararla se vino abajo.

Fue triste asomarme y corroborar que se había hecho añicos, aquella tina roja que solías usar al momento de lavar, en una tina ponías la ropa blanca, generalmente tuya, y en la otra tina la ropa de color. No negaré que me ha dolido mucho Alex, la tina roja, la que escogiste, la que usabas, un pedazo de nuestro mundo, ahora hecho trizas.

Hablé con mamá y le comenté, me ha dicho que me va a regresar la otra tina, la azul, la que yo había escogido junto contigo, pero no se Alex, la sensación de vacío no se va, al contrario, con cada cosa que cambio, o se rompe, o se acaba, o simplemente ya no está siento derrumbar lo poco que queda de nuestra vida.

Me repito a cada momento que es solo un objeto, tú no estás en un objeto Alex, tu estas en todo, en cada paso que doy, en cada latir de un corazón sin ganas de vivir, no en una simple tina roja.

Hay Alex… me dueles tanto.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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