20 de julio de 2017

Leyendo en el trabajo

Tuve un día normal Alex, de nuevo no tenía ganas de salir de la cama, pero no encontré un motivo convincente como para quedarme en casa, así que pese a todo me bañé, vestí, desayuné y salí de la casa a tiempo para llegar a mi hora al trabajo, bueno eso es un decir Alex, ya que en si no tenemos hora de entrada, pero bueno.

Comencé a preparar algunas cosas y de la nada me puse a leer el libro que Belén me prestó, más que nada porque quede de leerlo rápido para que ella se lo llevara ahora que sale de viaje, y como no traje el libro he tenido que leerlo en su versión digital.

Y así transcurrió mi mañana y tarde, por suerte cada vez que pasaban a mi lado veían que estaba leyendo, además aproveché pues Vic anda organizando las cosas que trajo ahora que estuvo de viaje, tal parece que hay algunas oportunidades para que podamos trabajar, pero habrá que ver cómo van saliendo las cosas.

Ya eh casa he pasado a saludar a Cacho, vaya susto que le he metido, me hizo recordar los sustos que te provocaba cuando caminaba por la casa, sigo igual Alex, sin hacer ruido, solo que no estás para espantarte, en fin. Me puse a charlar con ella y Fernanda, le hablamos del periodo, de lo que nosotras hemos pasado y vimos como la cara de la niña iba de la incredulidad hasta el miedo, luego ella comenzó a hablar de la menopausia, por lo que la cara de la niña cambio a risas y la mía a preocupación.

Después he ido al gimnasio, y aunque hoy me topé con las gemelas, casi no he hablado, me he concentrado en mi rutina, he terminado muy cansada solo que al final he hecho un movimiento medio brusco y solo sentí el tirón en la espalda, además de otro en el brazo izquierdo, por suerte he cambiado las cuerdas por otro ejercicio, así que espero no me duela más de lo debido.

Como sigo enojada con mamá no le he marcado, ella lo hizo mientras estaba en el gimnasio y por la noche, pero ha sido muy corto el tiempo que charlamos, sigo molesta Alex, además sigue tratando de chantajearme y eso no me gusta, espero que ahora entienda que debe darme espacio y no tratar de controlar mis pasos, ya no soy una niña.

Tantas cosas Alex, me haces tanta falta… TE AMO.

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