26 de julio de 2017

La camioneta del vecino

Me ha costado muchísimo salir de la cama Alex, hubiera deseado decirle a Vic que me quedaba en casa, pero prefiero ocupar esa oportunidad para otra cosa, como ir con mamá al médico o realizar algún trámite, así que me bañe y vestí con toda la pereza del mundo, salí de casa y he llegado a la oficina casi a las 10 de la mañana, afortunadamente Vic se encontraba corriendo por lo que no tuve mucho problema.

Y la mañana se me ha ido super lenta, el café no surtió efecto y estuve a punto de dormirme en mi lugar varias veces, aplique la de echarme agua a la cara y medio despertar, lo chistoso es que no he sido la única pues Margarita terminó bebiendo dos tazas y tardándose mucho cada vez que iba al baño, era que se quedaba dormida ahí o tenía infección estomacal, no quise preguntar.

Cuando pase a saludar a Cachito me topé con tu hermana en la cocina de la casa de tu mamá, como me hizo señas me acerque y me ha dicho que el vecino, el que le decimos tepiteño, le ha pedido permiso para meter su camioneta, por cierto de un modelo reciente, ya que en días pasados le robaron los tapones, ya vez que tenemos unas finísimas personas por vecinos.

Y como sigo con la infección en las vías urinarias he ido con el doctor Vallejo, compré la medicina y he empezado a tomarla, cuando le conté a mamá me incomodo bastante que quisiera saber todo lo que me hizo el doctor y sobre todo lo que me recetó, me recordó a su hermana que se cree médico, todo por haberle ayudado a Josué con su tesis, en fin.

Al volver a casa me encontré ya la camioneta y le marque a Cecilia, me pregunto dónde estaba, pero como le avise que iría con el doctor hasta ahí quedo el comentario, me extraño que me preguntara como me había ido, de la misma forma que tu mamá solía hacerlo conmigo, me sentí bien Alex, una persona distinta a mamá que se preocupa por mí.

Según será hasta el sábado que el señor meterá su coche, esperemos no quiera sacarlo de m madrugada pues últimamente pongo los dos cerrojos en la puerta, que quizá no ayuden mucho si se quieren meter a robar, pero de algo servirán, por lo menos les costará trabajo brincarse.

Te extraño tanto Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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