Me he levantado a las 7:30 de la mañana para vestirme y prepararme pues hoy quedé de ir con Tere y el ahijado a andar en bici, para mi sorpresa a las 7:45 ya estaban tocando la puerta, así que terminé de vestirme y con ayuda de ellos bajé la bici de los cuartos de arriba, hicimos el viejo truco de bajarla por la parte trasera de los cuartos.
Antes de agarrar camino pasamos a la gasolinera para inflar las llantas, sobre todo de la bici de Tere, ya que estaban muy desinfladas, de ahí tomamos el camino de siempre para irnos hacia la Basílica, ahí preguntamos la ruta y nos fuimos hacia misterios, todo derecho sin distraernos.
La ida estuvo tranquila, aunque un poco pesada pues de vez en cuando el niño se agarraba de mi bici, aunque le pregunté en repetidas ocasiones como se sentía me dijo que, si aguantaba, creo que lo hizo más por orgullo que otra cosa, así que mis piernas se resistieron un poco, no como la vez pasada, pero si me dolieron al terminar.
Justo cuando llegamos a la entrada principal de Chapultepec vimos que estaban regalando donas, nos formamos dos veces, una vez para comernos las donas ahí pues no habíamos desayunado y la segunda para llevarnos a casa, así que he traído un par de donas que comeré en el transcurso del día.
El regreso fue más relajado ya que el ahijado en lugar de agarrarse de mí bici se agarraba de Tere por lo que ella lo resintió un poco más, pero llegamos bien, cansados pero satisfechos, ya en casa guardé la bici en el baño y los invité a desayunar unas quesadillas, por suerte no se mancharon, lo que si no me gustó fue el hecho de que sin probar bocado el niño le pusiera más sal a su comida.
Después me he ido al centro, a comprar las fibras para los trastes y para mí, ya que se me acabaron en la semana, también he comprado un par de cositas más Alex, como lo que le pongo a la llave del lavadero para que no salpique, la escobeta para lavar mis envases donde llevo agua, unos lazos para la ropa y mamá me pidió unas coladeras. Aun y cuando me medí terminé gastando unos 150 pesos, creo que si llevara más dinero más gastaba, en fin.
Ya cuando iba de regreso me he topado con Anabel, quien me dijo que me había mandado mensajes pero que no le respondí, no me quedo de otra más que decirle que mi celular estaba descompuesto, me dijo que le sorprendió la noticia de mi suegra y sobre que ella también acaba de perder a un familiar, cosas más cosas menos Alex, solo que esta vez me he sentido muy incómoda con ella y en cuanto pude terminé la charla, quise decirle que dejara de llamarle a Cecilia, que la amistad es más con el Pato que con ella, pero preferí alejarme de ahí.
Ya en casa he lavado, me he mojado un poco por la lluvia y he sentido bastante frío.
Un día más que me hiciste tanta falta y ni que decir de la noche.
Alex… ven ya por mi… ya no quiero estar aquí… TE AMO.
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