24 de julio de 2017

La faja

Que difícil es salir de la cama cuando se tienen más ganas de quedarse en ella, y hoy ha sido uno de esos días, no pude dormir del todo bien debido a los vecinos ya que tuvieron fiesta y no terminó hasta muy entrada la madrugada, además quien, en su sano juicio, deja jugar a los niños después de las 12 de la noche?

Como hacía frío, me he puesto aceite en el cuerpo después de un buen baño reparador y un buen desayuno, así que he salido de casa bastante bien armada, por así decirlo. Al llegar me topé con Vic en su oficina, bastante concentrado en no sé que cosas y Don Jorge mirando videos.

Curiosamente el que llego temprano ha sido Pedro, poco tiempo después llegaron los demás, extrañamente el único que faltó ha sido Sergio, pero bueno, agradezco que no haya llegado pues Margarita y yo estuvimos charlando durante el día, cosa que no podemos hacer cuando está él en su lugar.

Aunque no me traje mucho para comer estuve satisfecha, comienzo a extrañar el traerme una ensalada, pero este fin de semana no pasamos a comprar una lechuga, todo por lo de la misa de tu mamá y llevarte flores temprano para estar a tiempo en la junta vecinal, que por cierto tendremos otra este sábado, veremos lo de colocar la alarma sonora, que por cierto ya encargue y Perla me dijo que sería bueno poner una en el chaparral para los que usamos la parte de abajo.

Por la tarde, ya de salida, me quedé de ver con David ya que Belén, su esposa, me envió un rico mole, creo que ella lo hizo. Pero como deje al coquito en un lugar no muy seguro solo fue de pisa y corre, con decirte que hasta llegue a casa con lluvia y mis tenis nuevos se mojaron un poco, ni hablar.

Me he preparado para ir al gimnasio usando una de las playeras que compre la semana pasada, y me animé a ponerme la faja, que lave hace tiempo, un poco apretadita y de ahí al gimnasio, pensé que en algún momento me la tendría que quitar, pero para mi sorpresa agradecí traerla puesta ya que algunos ejercicios ejercieron fuerza de la espalda, pensé que me iba a lastimar, no fue así, me ha servido bastante Alex, así que creo será una prenda que usaré con más frecuencia.

Al final terminé toda cansada, dos playeras mojadas y satisfecha por haber concluido todo a tiempo, sigo pensando que 2 horas es más que suficiente para ejercitarme, aunque a veces creo que Joel quisiera me quedara más tiempo.

He regresado a casa acompañada de una de las gemelas, me dijo que su hermana se fue porque se sentía mal, le conté de la ola de asaltos que se vienen presentando en la colonia y coincidimos en que ya no vamos a salir solas del gimnasio, por si son peras o manzanas.

Una noche fría Alex, me haces tanta falta.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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