Hoy he entendido bien ese dicho que dice: “Uno pone y Dios dispone”, pues todo lo que había planeado hacer con mamá casi no pudimos hacerlo, te cuento, al llegar fuimos al mercado para comprar las empanadas que le gustan, pero creo que llegamos muy temprano ya que aún no había pescado, y aunque hicimos tiempo no pudimos desayunar ahí.
De ahí fuimos al banco, pero encontramos mucha gente así que tampoco pudimos hacer lo que teníamos pensado, posteriormente pasamos a la tienda para comprar sus rollitos primavera, los cuales, si encontramos, pero no en la presentación que ella quería, tuve que insistir para que los comprara.
Terminamos desayunando tacos, según me dijo los de ella muy ricos, pero los al pastor no estuvieron ricos, se me hicieron muy salados, a eso súmale que traigo mi panza un poco resentida por las costillas de ayer, en fin.
Subimos al mercado, ahí encontramos los aceites que teníamos pendiente de comprar, lo único malo es que la chica que los vende pregunto para que comprábamos tantos y le dije que, para el cabello, ella me dijo que lo iba a hacer pues el suyo está sumamente maltratado, fue cuando aprovecho para tocarme el cabello, cosa que bien sabes no me gusta, pero bueno, espero no me salga orzuela o se me haga feo.
Cuando fuimos a la panadería para comprarle el pastel de zanahoria no había, y ni siquiera pudimos encontrar al pastelero, curiosamente entra hasta las 12, pero bueno, así que nos quedamos sin desayunar mariscos, sin pastel y sin otras cosas que teníamos para hacer.
Volví a casa a tiempo pues quede con Cecilia de verla a las 2 de la tarde, como siempre termino por cambiarle la hora, que nos íbamos entre 2:30 y 3 de la tarde, para no enojarme y perder el tiempo me he dado un buen baño, por suerte Perla nos ha acompañado, pensé que no iba a darme tiempo, pero si Alex.
Llevamos las flores, por primera vez te las he puesto en los pies, de ahora en adelante ahí pondré mis flores pues Cecilia me dijo que ya estaba su mamá contigo y quiere ponerle flores, por supuesto que no he dicho nada, finalmente dependo de la decisión de ella para poner las flores y hasta para vivir en donde actualmente vivo, todo sería diferente de estar tu Alex.
A las 6 de la tarde ya me estaba encontrando con David, fuimos hacia donde veríamos a Belén, pero en lo que la esperábamos comimos unas ricas cemitas, quise pagar, pero no me dejó, así que cuando llego su novia nos pusimos en camino y llegamos a Coyoacán.
No puedo explicar con palabras todo lo que sentí Alex, hubo un momento que, creo, se me bajo el color de las mejillas y solo vi como David me abrazaba y decía que todo estaba bien, por suerte su novia sabe la historia y no se puso celosa, pero si sugirió que fuéramos por unos helados, que he invitado yo, para después comenzar el recorrido con Abraham y Roko.
Ha sido interesante pero no me gusto del todo, quizá por el lugar, aunque hemos caminado entre las calles y salimos del centro de Coyoacán, así que no ha dolido tanto Alex, aunque de regreso se me han salido las lágrimas, justo antes de llegar a casa.
Tantas cosas Alex, tantos recuerdos… me haces falta… ven por mi… TE AMO.
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