5 de marzo de 2017

Visitando viejas amistades

Pese a que es domingo, me he despertado a las 8 de la mañana, me quede un rato mirando las redes sociales, después me levanté, me vestí y mientras preparaba el desayuno mamá me llamo para avisarme que ya estaba casi llegando, había olvidado que le dije me llamara cuando saliera, pero bueno, traté de no tener un mal momento y esperé a que llegara.

Ya en casa, acomodé lo que me trajo para comer la próxima semana, curiosamente han sido pocas cosas, generalmente cuando voy termino trayéndome hasta el perico, pero bueno, hizo que el acomodar la comida en el refrigerador fuese una tarea fácil.

Después de desayunar nos pusimos en camino, hoy visitamos a algunas viejas amistades, muchas de ellas ni me acordaba quienes eran, lo curioso es que ella sí, pese al detalle médico que tiene, despedimos a viejos conocidos y dimos la bienvenida a nuevas personas, afortunadamente pudimos encontrarlos y así no dejar vacío el espacio.

De ahí a visitar a Maribel, donde mamá compro un litro de miel, ofreció comprarme uno a mí, pero no me llamo la atención, además de que no soy fan de la miel. Ya de salida pasamos con la señora Sol, una vieja amiga de mamá, quien nos recibió muy bien en su casa, el único problema es que tienen muchos perros y preferimos irnos de ahí antes de que volviera a tener la alergia, la verdad quería quedarme un poco más, pero ni hablar.

Ahí me topé con Chucho, su hijo, quien me saludo con un gran abrazo, abrazo me hizo sentir bien, creo que lo llegaste a conocer Alex, un chico bastante alto y que ahora está estudiando Economía en la Unam y que en su momento estaba enamorado de abril.

Y nos regresamos a la casa rápido, llevé a mamá al mercado y de ahí a su casa, al final terminé en casa por ahí de las 2 de la tarde, cansada y sin ganas de lavar, de hecho, he dejado la ropa para la siguiente semana, además ni sucia estaba, bien aguanta otra puesta.

Así que he estado de floja en casa, mirando la televisión y en algunas ocasiones durmiendo, no había mucho más que hacer, lo único que me sacó de onda es el hecho que tenía registrada una llamada del ahijado el viernes, pero ayer que estuve en su casa no me dijo nada, además no quiso acompañarme cuando pasé por él.

De nuevo me he puesto sábila en el cabello, a veces pienso que me voy a quedar calva con tanto cabello que se cae y recojo del piso o al bañarme, hoy por ejemplo fue un mechón completo, entre eso y las canas no sé qué hacer Alex.

Termino el día pensándote mucho Alex, me haces tanta falta... no quiero llorar pero no puedo evitarlo.

Alex… ven ya por mi… te espero… no tardes mucho… TE AMO.

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