23 de marzo de 2017

La confrontación

Hoy no ha sido un buen día Alex, todo indicaba que sería como un día normal, pero al salir de casa y al toparme con Cecilia en el patio comenzó el desastre, al preguntarle por tu mamá me contesto bastante seca y al final me ha hecho una pregunta que la sentí más como reclamo que nada, simplemente me dijo: “¿Por qué no me dijiste que mi mamá estaba sangrando?

No sé qué cara haya puesto, pero le dije que no y le he descrito a detalle lo que sucedió, de alguna manera he sentido que no me creyó, pero trato de cambiar el tema, sin embargo, ya el malestar me lo había provocado.

Tanto así que me he acercado a Perla y le he contado lo que ha pasado, ella amablemente leyó mis mensajes y comentó algunas cosas, sobre todo de que así son ellos, le tienen miedo a algunas personas, incluyendo su familia, y a los que estamos para ayudarlos los hacen menos, entre muchas más cosas me ha recomendado charlar con Cecilia y aclarar las cosas pues ambas hemos coincidido de que estarán pensando hasta lo que no de mí.

Y esa idea me ha perseguido todo el día en la oficina, casi no he podido concentrarme, por lo que preferido distraerme, pero como bien sabrás, y sé que me conoces, no he dejado de pensar en lo mismo, así que al llegar a casa pase a la tlapalería, donde me topé a Víctor, y después de pedirles que les comente de mi llegara se me ocurrió tratar de aclarar la situación, GRAN ERROR.

Lo que he dicho ha sido: “Por cierto, en la mañana tu mamá me reclamo por lo que paso con tu mamá Celia, lo cierto es…”, y en ese momento me dijo: “Espérame…”, y que llega tu hermana. Ni para que decirte de las cosas que me han dicho, ahora resulta que no me reclamo y solo me pregunto, pero tu bien sabes cómo es ella, de mala gana y con voz elevada me ha dicho que la disculpara y que de ahora en adelante ya el trato conmigo será de: “Buenos días, buenas tardes y hasta luego”, ya la amistad había quedado arruinada, que cometí un gran error.

Literalmente me ha dicho: “La regaste”, y ni que decirte de Víctor, me ha gritado: “No me interesa tu vida, me eres indiferente”, entre otras tantas cosas, varias veces le pedí que bajara su tono de voz y más lo subía, al final me dijo: “Ya voy a cerrar así que ya lárgate”, me di la media vuelta y me he ido de ahí Alex.

He sentido tan horrible, esto no estaría pasando de estar tú y sé muy bien que me defenderías de esto, realmente fue horrible, de hecho, ni siquiera he ido al gimnasio, estuve buscando alguien a quien contarle, primero he pensado en Cachito, pero no la encontré, estuve un rato con las Chávez para hacer tiempo mientras le mandaba mensajes a Perla, finalmente a ella le he contado todo.

Casi a las 9 de la noche me ha dicho que ya estaba en su casa, que fuera. Hemos hablado por horas Alex, me ha dicho que no estuvo mal pero que Victor así es, muy mamón pero que deje al tiempo poner las cosas en su lugar, también hemos hablado de otras cosas, sobre todo de que ya es tiempo que cierre este círculo Alex, quizá ya sea momento de que me vaya, no estoy bien Alex, no lo estoy ni lo estaré.

Perla me recomienda comenzar a buscar, no esperarme a que tus sobrinos me saquen de la casa, eso de que me avienten nuestras cosas para que me salga, aunque se me hace una medida extrema pues aun andan en juicio con uno de sus inquilinos, aunque después de cómo me ha gritado hoy no lo dudo ni tantito.

Volví a casa después de las 10 de la noche, ya más tranquila y con la pena de quitarle el tiempo a Perla, pero no tenía a quien más contarle Alex, y decirle a mamá no se me hace correcto, ya tiene mucho con los problemas que ocasiona Carmen como para echarle más.

Esto no está bien, no deberían pasar estas cosas, no deberían tratarme así.

ALEX… NO PUEDO MAS… VEN POR MI…. TE AMO.

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