21 de marzo de 2017

Varias paradas

He hecho tantas cosas por la mañana que el resto del día me he sentido muy cansada, desde que me desperté comencé a organizar las paradas que iba a hacer, muchas para un solo día, según yo. Me levanté poco tiempo después que la alarma del despertador comenzará a sonar, de ahí me di un buen baño, terminando de vestirme he ido a comprar la leche, que, aunque mamá me dijo que no quería esta vez ha sido para mí.

La señora que perfora las tarjetas se encontraba de malas, esta vez no respondió a mi saludo, pero bueno, vuelve a casa para preparar algo de desayunar y al mismo tiempo poner la comida y la ensañada para la tarde. Al salir de casa iba con la mochila, la lonchera y, por supuesto, la bolsa de la basura.

Ir a la primera tienda me decepcionó un poco ya que no había agua y mucho menos las jaibas rellenas que tanto me gustan, lo que si he encontrado ha sido unas hamburguesas de atún que se me han antojado, quizá la próxima vez que vaya compre algunas, aunque al final me arrepentí den no comprarlas pues estaban en oferta, en fin. Lo bueno ha sido que encontré los sobrecitos con chocolate abuelita y leche que he estado buscando, solo que hoy, en la oficina, al probarlo no me ha gustado del todo, quizá porque le puse más agua de lo que lleva.

En la segunda tienda si encontré el agua, solo que tuve que hacer fila, que, aunque no había mucha gente, pero la cajera se tardó mucho, en mi vida había visto a un hombre que se llevara 3 cochecitos llenos de manzanas, según porque hoy estaban en oferta. Sí que me sorprendió la cantidad que llevaba.

Después córrele con la dentista, me ha tomado una muestra para, no sé qué, que servirá para cerrar el espacio que hay en mis caninos, según ella, solo deberé esperar hasta mediados de la siguiente semana, ni hablar.

Y al llegar a la oficina me topé con la sorpresa de que Vic estaba en su oficina, pensé que estaría en los azufres, y yo que andaba con toda la calma del mundo, por fortuna ha aceptado las facturas que le pase, de agua, café, té y azúcar que compre para la oficina.

El resto del día en la oficina he estado bastante tranquila, no pude concentrarme del todo, pero he hecho la invitación que Omar me había mencionado, hasta me invitó a una fiesta para este fin de semana, invitación que he rechazado porque no conozco a nadie, él me dijo que muchos de los chicos que van tampoco, que me animara a ir, pero pues no se Alex.

He pasado a ver a tu mamá, le di lo de cada mes y de ahí me fui a casa para prepararme e irme al gimnasio, donde hice la rutina completa para pierna, y te cuento que hay un nuevo aparato para pompa, que parece máquina de tortura medieval, de plano no me gusto, aunque si hice todas las series que me puso Mauricio, me ha dicho que esta semana es la última que estaré con esa rutina y la semana que entra me la cambia.

El gimnasio ya comienza a estar vacío, cosa que me alegra mucho porque eso de esperar a que se desocupen los aparatos es fastidioso, aunque hoy había dos chicas que se aferraban a algunos aparatos y me hicieron esperar mucho.

Vuelvo a casa, pensando mucho en ti, estos días que pasaron pude ver algunos indicios de que sigues conmigo Alex, música que te gustaba en pleno funeral de mi tío, varias veces vi placas con mis iniciales, mamá menos fastidiosa y el sábado, mientras esperábamos a mi tía en el hospital, un dulce olor a flores.

Alex… me extrañas?

Alex… ven ya por mi… aquí espero… TE AMO.

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