14 de enero de 2017

Una botella de vino

He estado bastante triste, desde que me levanté he sentido una pesadez en el cuerpo Alex, pese a todo he salido de las cobijas, acomodé lo que iba a llevarle a mamá y me puse en camino, al bajar me topé con Cecilia quien estaba barriendo la calle, de alguna manera lo agradezco ya que si no lo hace ella debo hacerlo yo, eso de llegar y darse cuenta que solo en la casa hay basura es bastante molesto. Bueno pues la salude y dudé un poco en preguntar sobre tu mamá, preferí no hacerlo porque andaba ahí el vecino chismoso.

La llegada con mamá ha estado un poco tensa, detesto llegar a su casa y encontrarla con cara de sufrida, pero bueno, mientras preparaba el desayuno he ayudado a tirar su basura, que no era más que una simple bolsa, nada a comparación de sus vecinos.

De ahí hemos ido a los lugares de siempre y traté de cambiar el nip de mi tarjeta, pero no pude, curiosamente están en remodelación los cajeros de ese banco, así que dejé ese tema para otro día. Esta vez no hemos pasado al centro comercial, solo fuimos al mercado y ya. Estuvimos buscando por varios locales las hojas para mixiote, solo pudimos encontrar las bolsas que usualmente usan, aunque mamá quería las hojas de maguey y no pudimos encontrarlas, hasta se nos ocurrió ir al otro mercado, pero corrimos con la misma suerte.

Ya de regreso nos topamos con un señor invidente, traté de ayudarlo a ir donde quería ir, me conmovió un poco cuando me dijo a donde iba, el señor estaba en la dirección opuesta, así que lo he llevado a donde quería, aunque llego un momento en el cual me sentí incomoda y hasta dude del señor, al final me ha agradecido el gesto y me canto un verso de una canción de Roberto Carlos.

Antes de ir a casa de mamá pasamos a la tienda donde venden cosas de repostería, mamá ha comprado avena y otras cosas, yo solo he traído chispas de chocolate y bicarbonato. Aunque la bolsa pesaba mucho preferí cargarla yo, sigo sin dejarla cargar cosas pesadas, al menos cuando este yo presente.

En casa he acomodado la comida que mamá me dio, guardé otras y preferí encerrarme, no salir de casa, no estoy de humor como para recibir visitas, además pase por el puesto del mercado que siempre me ocasiona dolor de cabeza y aun a esta hora me siento mal, no sé qué tenga ese puesto, o quizá seré yo bastante sensible, ve tú a saber, pero las veces que paso por ahí termino mareada y con dolor de cabeza.

Por la tarde he sentido mucha hambre, pero la he mantenido a raya, solo que a esta hora Alex, ya todo me importa un pepino, he calentado algunas jaibas rellenas y abierto una botella de vino tinto. Quizá sea la mezcla, quizá no, pero el vino me sabe bastante dulce, lo curioso es que apenas 2 copas y ya me siento muy mareada y al tratar de hablar noto que no lo hago como habitualmente hago, será que esta vez me pondré ebria con una botella de vino tinto?

Será que mañana tenga mi primer cruda?
Será que ya te voy a ver?

Alex… me haces tanta falta… TE SIGO AMANDO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario