27 de agosto de 2016

Los postres, las plantas y comida china

He descansado bastante Alex, me he despertado pasada las 10 de la mañana, al hacerlo ya se colaban algunos rayos del sol por las cortinas, desayuné un poco y prendí la televisión, hoy no había mucho por hacer pero he terminado limpiando la casa, lavando trastes, sacudiendo un poco y recogiendo el tiradero que tenía además de juntar toda la ropa sucia.

Al terminar de limpiar me di un buen baño y salí a darle una vuelta a la casa de tu mamá, aproveché para tomar algunas fotos de las imágenes donde apareces, jugué un poco con lencho y pasé con las Chávez para charlar un poco.

La comadre me contó que en la semana se ha caído, me mostro el tremendo moretón que tiene en la rodilla izquierda, también me contó lo difícil que ha sido hacer sus actividades cotidianas, hasta bajar escaleras ha sido complicado para ella, ni que decirte al momento de lavar, momento que aprovechó Blanca para decir que yo no lavo como ellas, y tienen razón, pero tampoco ensucio como ellas.

No estuve mucho tiempo con ellas pues me regresé a casa para “ver una película”, que al final se transformó en charlar con algunas personas de forma virtual. Pao ha estado tratando de persuadirme para ir al maratón, aunque en este caso para patinar, todo estaba bien hasta que supe que eran 42 kilómetros y se habían quedado de ver a las 4 de la madrugada en una tienda por la basílica.

Luego he pasado mucho tiempo charlando con Rodrigo, un chico tierno pero que es muy joven, hemos tenido una charla muy amena solo que dudo mucho llegue a algo más, sobre todo por su edad, hay un abismo entre él y yo. Pero sabes Alex, le he hablado de ti, de cómo te perdí, de cómo te extraño y sobre todo que te sigo amando como nunca. No sé por qué, pero me ha dado confianza Alex, también he charlado con otras personas, sinceramente nada trascendental Alex, pero ha sido una forma de pasar el tiempo.

Por la tarde me ha llamado la comadre para decirme que irían con la güera, pues irían a comprar postres, las he acompañado y solo por su insistencia terminé comprando unas boliltas muy ricas y un vaso con arroz con leche, aunque este último estuvo rico, te diré que mamá lo prepara más rico, además me hizo recordar aquel que comimos un 11 de diciembre, recuerdas?

Cuando íbamos de regreso a casa he comprado dos plantas con una chica muy cerca de ahí, una es estevia y la otra una fresita chica, ahí casi me suelto a llorar Alex, pensar que tú me habías comprado una fresita, que se secó al poco tiempo, y hasta le llevaste una a tu mamá, espero que esta planta no tenga el mismo final que sus antecesoras. Como verás Alex, a cada paso que doy siempre estás presente, no tienes idea de cuanta falta me haces.
Más tarde me he animado a comprar comida china ya que mañana iré con Margarita al Poli para una cita con una nutrióloga, espero con eso complementar el ejercicio y lograr mi objetivo, bajar de peso, aunque sigo pensando que es más por los dulces que otra cosa, pero bueno. El plan iba bien Alex, hasta que comenzó a llover de regreso, tuve que quedarme en un techito del estacionamiento de la plaza comercial, al final he terminado caminando bajo la lluvia como solíamos hacer.

Termino el día pensándote Alex, tristeando por cada rincón de estos cuartos, que ya no puedo llamar hogar, porque hogar es donde estás tú Alex.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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