13 de agosto de 2016

Llegando tarde

Hoy no me he despertado temprano, pero tampoco tarde Alex, eran las 11:30 cuando ya estaba en el metro para ir al centro y buscar un lugar donde pudieran repararme el telefonito. Por suerte Omar me ha orientado un poco para llegar a esa plaza.

Pregunté en varios lugares y los precios variaban mucho y la gran mayoría no tenía la lógica del telefonito, luego di con un señor solo que no me ha dado buena espina, además el tipo de un lado me hizo una seña de que no fuese con él, cuando platiqué con él me dijo que en ese lugar cambian mucho a los técnicos y que además no era bueno sobre todo no lo recomendaba.

Y seguí preguntando, cuando llegué con otro chico le hice la misma pregunta con respecto a ese tipo, sin pensarlo me dijo casi lo mismo que el otro señor y me recomendó revisar bien la lógica ya que hay mucha gente aprovechada en ese lugar así que seguí preguntando hasta llegar con un muchacho bastante gordito quien después de tantas cosas me la ha dejado en 500 pesos, el único problema es que he esperado bastante para que la cambiara.

Mientras terminaba algunos trabajos he ido a otra plaza, lo que era el cine Teresa, ya es un lugar de puros accesorio para teléfonos y tabletas, lleno de orientales, seguramente chinos y coreanos. Pregunté y tampoco tenían la lógica además de que las micas costaban más caras que en la otra plaza.

Cuando volví no me despegue del local hasta que por fin termino de hacer el cambio, todo bien Alex, me ha dado 30 días de garantía, el único problema es que se quedó con mi lógica y al final me dijo que seguramente está bien, pero debe hacerle muchas más cosas para hacerla funcionar de nuevo, según el tipo debe hacer cosas laboriosas y hasta complicadas pero que seguramente funcionará, el costo de ese trabajo era de 350 pesos solo que debía dejar el equipo unas 2 o 3 semanas, eso me dejo pensando.

De ahí a regresarme a la casa, eran ya las 3 de la tarde y para mi mala suerte del teléfono no pude hacer llamada alguna, insistí de N formas y nada, odié el teléfono Alex, muy bonito pero nada funcional.

Cecilia ha sido quien me llamo y después de decirle que estaba en el centro y ya iba para allá quedamos de vernos a una hora, luego volvió a llamar para confirmar y cuando llegue con ellas tu mamá me dijo que si no podía llevarlas le avisara y ella se las arreglaría, respiré hondo y solo le dije: “Señora, es la primera vez que llego tarde, soy yo quien siempre espera”.

No sé si Cecilia le habrá dicho algo pero en el trayecto de ida como regreso no mencionaron el tema, hemos hablado de otras cosas. Fuimos y venimos sin problemas.

Después de dejarlas traté de resolver el problema del teléfono con ayuda de soporte por chat, todo iba bien hasta que la luz comenzó a irse y terminé yendo al centro comercial. Y otra vez la suerte en contra Alex, llegue cuando estaban cerrando.

Aproveché el viaje para preguntar por el reproductor, fui a la tienda y no pudieron, me mandaron a otra y resulta que ahí no reparan ese modelo, no sé qué cara me habrá visto el señor que se apiado de mí y trató de consolarme, hasta me dio un papel con su teléfono particular por si necesitaba ayuda y me recomendó a un chico, de nombre Víctor, que trabaja cerca de ahí.

Así que de tener un problema termino con 3 más, ni el telefonito quiere funcionar.

Alex… no puedo más… ven ya por mi… no sé qué estoy haciendo mal… TE AMO.

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