26 de agosto de 2016

El sope y un flan de la abuela

De nuevo me ha pasado que despierto de madrugada, me siento bastante cansada y quisiera quedarme en casa Alex, pero he tenido que ir a la oficina, no quiero estar pidiendo días sin necesidad, aunque no sería tanto problema pues puedo trabajar desde casa, pero bueno.

Me alisté y preparé para irme, he llegado bastante temprano, en la oficina apenas estaba Don Jorge y Vic, quien iba llegando de ir a correr, charlamos un poco de cosas del trabajo. Poco a poco comenzaron a llegar, primero Margarita y luego los demás.

Al finalizar la junta de Vic se fue de la oficina, me parece que ha ido a donar sangre al seguro, creo que uno de sus tíos sigue bastante enfermo, no quise andar preguntando pues luego dicen que me meto en donde no me llaman, en fin.

Y así transcurrió el día, he avanzado bastante con los formatos que hacían falta, solo queda pendiente aquel que debo traducir, pero me da tanta pereza Alex, ojalá pudiera obtenerlo en español, pero al preguntarle a Cesar me dijo que no lo tenía, uff, a traducir Alex.

Hemos ido a comer pozole a la plaza que solíamos ir mucho en la época de estudiantes Alex, no quise oponerme, esta vez solo he aceptado ir con los demás, finalmente el viernes es el único día que salgo a comer con los demás, así que tragué mis lágrimas y oculté mis sentimientos lo mejor que pude, nadie noto lo difícil que fue para mí estar ahí.

En el lugar donde había un local de hamburguesas ahora es de pozoles, los pozoles que comíamos mucho Alex, preferí comer algo que nunca había pedido, un sopé con cochinita pibil, agua de horchata y de postre el querido flan de la abuela. Comer esto último me ha costado mucho Alex, hubiera preferido hacerlo en privado y llorar todo lo que tenía que llorar, pero no pude, ni siquiera a esta hora Alex, me ha dolido bastante.

Por suerte no nos quedamos mucho tiempo ahí, solo que el regreso ha sido largo y terminé con la pierna entumida por ir apretados en la parte de atrás, Margarita ha sido astuta al dejarme pasar primero y hacer que tuviera una postura bastante incomoda.

Ya en casa he pasado a saludar a tu mamá, pensé que iríamos a las flores pero me avisaron que, debido al cumpleaños de Cecilia, decidieron ir a San Miguel de Allende, así que estarán fuera desde mañana y volverán el domingo por la noche, por lo que me han encargado le dé vueltas a su casa de vez en cuando.

Así que he aprovechado para ir al gimnasio, solo que hoy he llegado más temprano y terminé saliendo más tarde, todo porque Mauricio me hizo hacer más cardio, de alguna manera hizo que no pensara en donde había estado hoy Alex.

Una noche triste Alex, me haces tanta falta.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario