24 de julio de 2016

Viendo jugar al ahijado

Hoy nos hemos levantado temprano Alex, desde las 8 de la mañana ya estábamos preparándonos para salir de casa, desayunamos un poco de pollo que mamá prepara con piña y almendras para salir de casa a las 9 de la mañana, aunque por la peregrinación que estaba anunciada tuvimos que cambiar de transporte, terminamos yéndonos en metro.

Hasta eso Alex, llegamos temprano al monumento a la Revolución solo que me desesperaron las quejas del niño al hacer una fila, que no tardó mucho en avanzar, poco a poco estoy tratando de enseñarle un poco de cultura al niño, hoy por ejemplo fuimos a ver la réplica de la capilla sixtina. Primero nos juntaron en una antesala para ver un video de 15 minutos en donde se explicaba cómo había sido planeado el recubrimiento de las paredes por pinturas y asignada a Miguel Ángel.

Luego el proceso que se llevó acabo para terminar una sección y finalizar con la pared principal, por supuesto que todo esto ha sido interesante Alex y estoy segura nos habrías contado muchas más cosas. Después hemos pasado a la réplica de la capilla, otra pequeña explicación y unos breves minutos para admirar la obra. Simplemente nos quedamos sin palabras Alex, le explique un poco al niño de lo que se trataba y que era complicado, más no imposible, ir a ver la original, pero que tenía que echarle muchas ganas a la escuela.

Al salir vimos un poco el ensayo de una banda de guerra y como un grupo de rollers andaban por ahí, estaban practicando saltos y bajadas con pendiente, cosas que ya se le facilitan al niño, aunque no a mí así que debo seguir practicando Alex.

Caminamos para tomar el metro y volver a casa, llegando me di cuenta el motivo por el cual el niño andaba impaciente, simplemente quería jugar con su video juego, así que fuimos a su casa, pero al ver que su mamá no iba a dejarlo nos venimos a la casa.

Al poco tiempo llego mamá y ha puesto su cara al ver el niño ahí, se notaba su molestia sobre todo porque estaba sentado en el sillón, al decirle que fuese a la cama se enojó bastante, sinceramente no entendí porque, pero bueno, cuando hizo su cara preferí dejarle mi asiento e irme a la cama a leer, pero simplemente ha dicho: “Es que no tolero ese ruido”.

Pobre niño, sintió el rechazo de mamá y fue el quien bajo el volumen a casi nada, he sido yo quien le subió un poco y me fui a acostar con mamá, no sé en qué momento me quedé dormida, desperté cuando el niño dijo que la puerta del baño se estaba azotando y no podía cerrar la ventana.

Al poco tiempo las cosas se relajaron y fui a llevar al niño a su casa para luego ir al centro comercial y comprar algunas cosas para cenar.

Sabes Alex, ha sido duro ver al niño en el mismo lugar y disfrutando el momento como hace años lo hizo Irving, aunque esta vez tu no estabas con nosotros, ni que decirte que en varias ocasiones se me han salido algunas lágrimas que disfracé con un ligero bostezo, en una ocasión hasta el niño me preguntó si me pasaba algo, le explique un poco y solo me dijo que le hubiera gustado mucho haber jugado contigo.

Tantos recuerdos Alex, sobre todo mucha tristeza, no sabes cuánto te extraño.

Alex… duele mucho… ven ya por mi… TE AMO.

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