3 de mayo de 2016

Rotando llantas

Por ser martes hoy pude quedarme en casa, y como no tenía junta con Vic me he despertado después de las 9 de la mañana, desayuné un poco, vi algún programa en la televisión. Todo iba bien hasta que comencé a sentir una flojera inmensa, hasta cancelé mi cita con Irene, argumentando mucho trabajo.

Me recosté en la cama y puse el despertador para que sonara como a las 13 horas, tiempo justo para ir al banco y hacer algunos movimientos. Todo iba a pedir de boca hasta que mamá me llamó a las 12 del día para decirme que ya había comprado la pintura, de color blanco por cierto, y solo necesitaba mi correo para la factura.

Ni hablar, esa llamada hizo que me levantara de la cama, me vistiera y saliera directo al banco, justo cuando iba saliendo me he topado con Cecilia quien llevaba un tubo de pvc pero no acepto mi ofrecimiento de ayuda así que seguí mi camino hacia el banco.

Es curioso Alex, cada vez que voy al banco me imagino el trayecto haciéndolo en patines, el cómo estaría esquivando a las personas, el quitármelos a la entrada si así me lo pidiesen para luego volvérmelos a poner e irme a casa nuevamente.

Quizá deba retomar el gusto por patinar un poco más, darle más seguido a la “patinancia” como algunas personas suelen decirle, no se Alex, tantas cosas.

Después he ido a casa de la comadre, más que nada buscando a Blanca para darle dinero y cubrir gran parte del costo total de los productos, como no me la encontré estuve charlando un poco con el niño y al revisarle sus patines noté que ya era necesario rotar sus llantas.

Tal parece que está más entusiasmado por patinar que yo, quizá sea él quien me quitó el gusto. Si, lo se Alex, eso es absurdo, aunque he de decirte que tiene mucha facilidad para patinar, de hecho para los deportes, pues me dice su mamá que la natación también se le da fácilmente.

Así que puse manos a la obra, primero desmontando las ruedas y dando un grito cuando los niños las agarraron, pues según leí deben llevar cierto orden, hasta tus primas se sacaron de onda pero al explicarles me dieron la razón.

El volver a armarlas me causo un poco de frustración pues no encontraba la forma, al montar las primeras 4 las demás fueron pan comido. Por supuesto le he explicado al niño que esa rotación debe hacerse cada cierto tiempo o cuando sus llantas se gasten demasiado de un solo lado, sobre todo le hice ver que la próxima vez lo tendrá que hacer él solo.

Ya después me vine a casa, justo a tiempo para no mojarme, en teoría iba a llover bastante pero solo han sido unas pocas gotas en la calle.

Como siempre me haces tantas falta Alex… cuando vendrás por mí?

Alex… ven ya… no tardes… TE AMO.

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