28 de mayo de 2016

Las ciclistas

A las 9 de la mañana ya estaba completamente lista para irme Alex, he salido de casa con suficiente tiempo como para perderme y no tener problemas. A las 9 con 15 minutos ya estaba tomando camino hacia el parque.

De hecho no me he tardado mucho en llegar, busque un buen lugar y junto con mi bici he entrado al parque, ahí he encontrado ya a Andrea y otra chica, muy amables pero que en un momento me hicieron sentir un poco incomoda pues era la única que no era de su grupo, por fortuna no paso mucho tiempo para que comenzaran a llegar más personas.

Y comenzó el taller, nos hemos presentado brevemente, cuando fue mi turno he dicho que era patinadora y muy pocas veces usaba mi bici, vi como una de las chicas dijo que me había ido al lado de las ganadoras, lo que me hizo reír un poco.

Nos han explicado cada una de sus partes, las diferencias entre unas y otras, nos entregaron nuestros dichosos kits que consistían en unas llaves, lengüetas, parches y una lija, todo por una módica cantidad de 50 pesos. Esta vez he omitido comprar la llave española del número 15 pues me han prestado una en la oficina.

Ha sido complicado sacarle las ruedas, tuvimos que aplicar la fuerza de una pierna y agarrarla entre varios para aflojar las tuercas, por supuesto que en ese momento me he acordado de ti, finalmente fuiste tú quien la armó y ajusto para mí, casi me suelto a llorar cuando me di cuenta de eso, pero he hecho hasta lo imposible para lograrlo, rápidamente he secado una lagrima rebelde que se ha escapado para tratar de concentrarme en lo demás.

Hemos hecho una pequeña pausa para comer algo, mientras las demás pedían sus tacos de canasta he corrido en búsqueda de un baño, por suerte el jardinero me ha dejado entrar al suyo, luego he pedido mis tacos de canasta, un poco fríos y continuamos con el taller.

Quitamos las llantas, parchamos una cámara, volvimos a montar las llantas y ajustamos los frenos delanteros y traseros, todo iba bien hasta que las demás personas comenzaron a despedirse pues ya era muy tarde, sin pensarlo ya eran más de las 2 de la tarde.

Finalizaron el taller por ahí de las 3 de la tarde, me despedí de algunas chicas y me vine a casa, eran poco más de las 4 cuando ya estaba guardando a la nena y pasando con la comadre para ver que íbamos a hacer el niño y yo. Al entrar la noté bastante estresada, me ha contado que fueron con Irene pero se les olvido el aparatito que usa para dormir, además de que deben sacarle una radiografía y el radiólogo no estaba, al parecer le han cambiado el horario así que la siguiente semana deberán de ir nuevamente pero a las 2 y esperar para la radiografía.

Al final me ha dicho el motivo de su estrés, entre que el clima estuvo un poco nublado (por su ropa), ir con la dentista (que solo fueron a darse una vuelta) y luego esperar a que le llevaran sus colchones (que llegaron justo cuando iba pasando por ahí) y otras cosas que ya trae pues se le acumularon, ya me imagino las cosas que le dijo al niño por el olvido, que es completamente justificable.

Así que le hice una seña al niño para llevármelo y en un dos por tres ya estábamos saliendo de ahí, lo que me ha sorprendido es que su mamá le ha dado dinero para irnos a la convención, pero creo lo mejor será ir mañana, hoy me siento sumamente cansada.

Al llegar a casa le he propuesto al niño ir al cine hoy y mañana a la convención, por supuesto después de ir con mamá. A lo que ha accedido, así que nos fuimos al centro comercial y compramos los boletos, como la función comenzaba a las 7:30 de la noche nos volvimos a la casa a descansar un poco.

Ya en la sala nos dimos cuenta que me equivoque al momento de seleccionar los lugares pues estaban cerca de la pantalla, pero no fue tan malo, se veía bastante bien. Y de nuevo he corrido con tan mala suerte, me ha tocado un niño que se la pasó pateando mi lugar todo el tiempo, maldita sea, por más que traté de concentrarme en la película hubo partes que no pude disfrutar, ni hablar.

Volvimos a la casa, una cena ligera y a dormir. Como siempre me has hecho mucha falta Alex, y creo que no solo a mí ya que el niño continuamente pregunta por ti, siempre terminamos hablando de ti.

Alex… ven ya… TE AMO.

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