23 de mayo de 2016

Lavando hasta tarde

Hoy he tenido que llegar temprano a la oficina, ayer Vic me pidió llegar a las 8 de la mañana, lo hice a las 8:05, aunque salí con tiempo pero el maldito tráfico a esa hora está muy pesado. Pero no estuvo tan mal Alex, Pedro llego 10 minutos después y el sí debía estar a esa hora pues se iría con Vic a Toluca, por suerte no necesitaron de mí ya que es el mismo proyecto que alguna vez visitamos, recuerdas?

Al final me he quedado completamente sola después que Don Jorge saliera, iba a ir a Cuautitlán Izcalli, así que ya te imaginarás no iba a volver rápido. De hecho ni siquiera Margarita iba a estar en la oficina ya que según ella iría a visitar un cliente a Tlalpan, ojalá así sea pues Vic es feliz con pedidos, como él siempre dice: “solo los pedidos me hacen feliz”.

Me puse a navegar en internet, nada interesante, luego traté de ver un capítulo de la serie coreana pero me aburrió, así que me he puesto al día con mis relatos, de hecho no faltaban mucho, pero si algunos que no quería ni contarte, por pena, vergüenza, que se yo. Recordar no me ha hecho del todo bien pero como siempre traté de escribirte lo que me sucede día tras día.

Tuve un par de llamadas perdidas y al final, mientras organizaba algunos correos y mensajes llego Cesar a la oficina, comió su enorme lata de atún y bebió bastante agua para luego salir de la oficina, creo que nada más iba a pasar lista, como se dice a veces, pero no encontró a Vic en la oficina.

Y justamente hoy que tenía intenciones de ir a patinar, me vi obligada a lavar ya que manche mi pantalón con café que me he servido por la mañana y aunque no se nota mucho si le pones atención si descubres donde ha sido, además será de las últimas veces, sino la última, que lave de la forma que solíamos hacer Alex.

Así que llegando, después de saludar a tu mamá, me he dado a la tarea de juntar toda la ropa sucia, que al final si era bastante, además de la toalla y la colcha que uso para cubrir el sofá, total que al final termine con una carga completa en la lavadora. Casi al finalizar me di a la tarea de lavar una colcha y no desperdiciar suavitel, luego ha sido otra y otra, total que además de la ropa terminé con una colcha, dos cobijas y 2 pequeños cobertores limpios y húmedos.

Terminaré durmiendo entre una sábana y una colcha muy caliente y todo lo demás limpio. Uno de mis tantos ataques de limpieza, ni hablar.

No dejo de pensar en ti Alex, ojalá pronto estemos juntos, TE AMO igual o más que antes.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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