29 de mayo de 2016

La convención de anime

Aunque puse el despertador temprano, lo estuve apagando constantemente así que a las 9 de la mañana apenas me iba levantando, después de hacer algunas cosas y sacar mi medicina he despertado al niño para irnos a la casa de mamá.

Al llegar desayunamos unos ricos tacos de pollo y luego fui con ella a la tienda para comprar algunas cosas, no muchas pues ella no quiere comprar cosas de más. Yo solo he comprado servilletas y fruta de temporada.

Hemos vuelto temprano a casa, más que nada para irnos a la convención, la primera convención que voy sin ti Alex, ha sido difícil hacerlo pero como ya se lo había comentado al niño y en días pasados me lo recordó, no me quedo de otra más que llevarlo.

Sinceramente no tenía ni idea de cómo llegar al lugar, supuestamente estaba cerca de la estación Revolución, así que nos hemos bajado ahí pero caminamos en sentido contrario, como pensé que nos estábamos perdiendo preferí llamar un uber y que nos llevara al teatro en cuestión.

Nos desilusionamos un poco estando ahí pues la fila le daba 3 vueltas a la cuadra, por supuesto le he dicho al niño que mejor nos íbamos, pero vimos que la fila avanzaba un poco rápido nos vimos envueltos en ella, poco a poco fuimos dando las 3 vueltas a la cuadra, cuando menos lo esperamos ya habían pasado casi 3 horas.

Fue un poco desilusionante el estar ahí, muy pocos puestos, todo muy caro y filas para todo, casi ni se podía caminar, nada que ver con las que solíamos ir, pero el pequeño estaba fascinado y se ha dado cuenta que es uno de los tantos pasatiempos que salen bastante caros, hubo un momento en el cual me pregunto: “Madrina y si tú te mueres quien se quedará con tus cosas y las de mi padrino”, quise decirle que se las podía quedar, pero esta vez guardé silencio.

Te cuento que en menos de 30 minutos ya se había gastado lo que su mamá le dio, los 300 pesos sirvieron para comprarse una almohada (como las que tenemos en el sofá), dos tazas y una bolsita para lápices. Esta vez no quise darle más dinero pues se lo gastaría en un dos por tres.

No quisimos formarnos en la fila para la comida ni encontré una playera que realmente me gustara, así que nos hemos ido de ahí sin problema, caminamos por el monumento a la revolución, vimos algunas cosas y comimos en un lugar que no valió la pena, el niño pidió una torta de salchicha y yo una al pastor, he de decirte que ninguna de las dos estuvo rica, tanto él como yo dejamos una parte que le regalamos a un vagabundo.

Mientras volvíamos nos ha agarrado un poco de lluvia, lo que hizo desviarnos del camino y llegar primero a la casa de la comadre, ahí me di cuenta que estaba regañando un poco al niño por haberse gastado todo el dinero y que habían salido muy caras las cosas que compro. Pero pues no la entiendo Alex, las veces que llevé al niño a Jamaica y hacia que no se gastara todo su dinero a su mamá no le gustó del todo, pero bueno.

Cuando la lluvia bajo hemos ido a la casa para recoger sus cosas, como aún era temprano nos quedamos en casa, me quede mirando la televisión mientras el niño se bañaba, luego lo llevé a su casa y he vuelto a la nuestra Alex, me he sentido muy triste.

Termino el día cenando un poco de cereal, sintiéndome sola, me ha dolido mucho estar en una convención de anime, tantas cosas Alex.

Se que hoy te he soñadodo Alex, en el sueño estábamos en una casa, al parecer por cuestiones de trabajo, en esa misma casa había más personas y nosotros tratábamos de lavar nuestros trastes sucios, se que me hablaste Alex, pero no recuerdo bien que me dijiste, me mostraste un par de anillos de matrimonio, ambos eran tuyos y creo me dijiste que te sentías bien al usarlos, aún ahora eso me pone triste, que más me dijiste?

Alex… ven por mi… duele mucho… de verdad mucho… TE AMO.

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