18 de mayo de 2016

Los manuales y la botella

Un día en el cual he podido levantarme tarde, como debo preparar los manuales que Sergio va a usar la semana que entra, he podido levantarme un poco más tarde, aunque el camión del agua hizo que no pasara de las 9 de la mañana. Como pude me he levantado, puse un pantalón, recogí el cabello y con ayuda de un suéter pude cubrir el resto de la pijama.

Después me he metido a bañar, desayuné un poco y salí hacia el poli, aunque esta vez ha sido el coquito quien me dio problemas, ni que decirte Alex, en fin. Todo iba bien, llegue y me atendieron de forma rápida, hasta les pedí que me ayudaran conectando mi telefonito a la luz pues estaba a punto de quedarme sin batería.

Aunque, de camino a la oficina, me percaté que olvide el telefonito, así que regrésate de nuevo, ahí me dijo el chico que si no era también mío la botella de agua, mi primera respuesta ha sido que no, pero ya de camino a la oficina no dejaba de pensar en la botella, se veía bastante buena y fue un error decir que no era mía, por supuesto tu voz ha venido a mi mente diciendo que no fuera tramposa.

Pero he tenido que regresar al local pues faltaba la parte de los instrumentos, así que Vic me paso dos manuales que quería incorporara al ya armado, en total serían unas 130 hojas más, pero por ambos lados para que no fuese muy grande. La idea era conseguir un buen precio por las impresiones y que no me cobraran el cambio del espiral.

Así que me puse en camino, al final terminé ayudándole al chico del lugar, sobre todo para cerciorarme que las copias estuvieran bien impresas, ya sabrás que no pude quedarme sentada esperando a que el pobre chico sufriera con el trabajo.

Mientras estábamos sufriendo con una hoja, ha llegado un señor de traje solicitando una cotización para encuadernado, no sé exactamente de qué, pero lo curioso es que se ha puesto a regatear con la encargada, buscando un mejor precio, pero al momento de sacar su billetera se dieron cuenta que era de buena marca, por supuesto la chica no se quedó callada. Al final el señor le ha dicho: “Pues que quiere señorita, soy judío”. Puedes creerlo?

En menos de 3 horas pudimos terminar los manuales, y eso que uno de ellos nos ha dado lata y más porque era impresión por ambos lados y la maquina no podía hacerlo así que lo hicimos casi de forma manual, solo que ya era un poco tarde para pasar a la oficina y dejarlos ya que mañana tengo planeado atender las necesidades del coquito y no quiero estar cargando de más en los camiones.

El saludo con tu mamá ha sido más rápido de lo esperado, al llegar ya estaba cerrada la tlapalería, así que entre por la puerta. La encontré en el patio y me ha preguntado por mamá, me ha dicho que porque no la llevaba a una clínica particular con referencia al tema de la vista, pero de nuevo le he dicho que ya la había llevado y fue ahí donde la habían contagiado y al final ella decidió mejor irse a su clínica.

Sabes Alex, a veces pienso dos cosas: o que tu mamá me pregunta varias veces lo mismo para ver si caigo en una contradicción, o de plano se le están olvidando las cosas. A partir de su última enfermedad la he visto más mermada en sus facultades, pero bueno, prefiero guardarme mis comentarios.

Termino el día acostada, mirando la serie coreana, aunque ya comienza a aburrirme, con los manuales listos y una nueva botella para el agua.

Alex… vendrás por mí?... por favor no tardes… te lo suplico… TE AMO.

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