29 de marzo de 2016

Viendo patines

Últimamente me ha costado trabajo conciliar el sueño y ayer no ha sido la excepción, además de que me es complicado dormir con alguien más en la cama, aun siendo mi mamá o el niño, justamente cuando se mueven es una sensación extraña ya que despierto constantemente con la ilusión de tenerte a mi lado y poder abrazarte.

Pero hoy, cuando mamá me ha llamado para levantarme no lo he hecho de tan mal humor, mientras ella iba por la leche me he preparado para llevarla a su cita con el médico. Lo curioso ha sido que ninguna de las dos ha desayunado, y es extraño porque ella al menos toma leche y un poco de pan.

Llegamos en Taxi, pues a mamá le encanta ir sentada y a esa hora el metrobus no pasaba vacío. Esperamos a que llegara la señorita de la recepción y le dimos su carnet, esta vez creo que le ha tocado ser la primera en la lista, pero se ha reusado a que le dilataran la pupila pues solo íbamos a control y avisar que en Mayo le hacen el estudio para descartar lo que pueda estar mal con ella. Por suerte la señorita ha aceptado los análisis que ya llevaba mamá y con eso nos evitaremos una ida al hospital.

Antes de regresarnos a la casa pasamos a desayunar, pero quizá haya sido que no andaba con mucha hambre pues no me ha gustado del todo, ni siquiera la taza con café que me sirvieron, lo chistoso ha sido que mamá se ha comido todo, incluyendo el pan que nos sirvieron. De ahí a la casa, esta vez sí ha sido en el metrobus y pudimos irnos sentadas.

Lo malo ha sido que olvide el ticket de compra de la medicina y eso me hubiera servido para reclamar en la tienda donde compre el espray nasal, ni hablar Alex, será para la próxima.

En casa le he dado uno de los paquetes que compramos de salmón y mientras recogía sus cosas hemos pedido un taxi de uber para que la llevara a su casa. Justo cuando se fue me he dado a la tardea de podar las plantas. Terminé con una bolsa llena de ramas y hojas secas, he aprovechado para barrer un poco el patio pues dejé un tremendo tiradero de hojas, por suerte paso el camión de la basura, esta vez solo les he dado 3 pesos por llevarse la basura.

Como hacía mucho calor preferí quedarme en casa, supuestamente iba a avanzar en mis pendientes y he termine perdiendo el tiempo. Aunque justo en la noche comencé a charlar con Alexis para ver que patines me puede recomendar, unos que sean sumamente cómodos y que me permitan asistir sin problemas a la rolleada nacional, programada para Abril.

Al final he estado mirando tantos pares de patines y me he enamorado de unos morados, pero están sumamente caros, puedes creer que cuestan unos 8,900 pesos. Así que mejor sigo buscando, hay otros idénticos a los morados pero en color blanco y cuestan 3,400 pesos menos, espero no terminar como con la Tablet.

Tantas cosas Alex… me haces mucha falta… te suplico vengas ya por mi… TE AMO.

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