15 de marzo de 2016

60 Meses

No ha sido muy agradable mi despertar, mucho menos sabiendo que día es, a eso sumándole que es el mismo día de la semana, pero sabes, me contuve de llorar, solo terminé vistiéndome con la misma ropa que ayer, ni siquiera he tenido ganas de pensar en cosas tan vánales como esas.

Tomé el bote de la leche y salí de la casa, cada paso que daba ha sido tan pesado. Al llegar a la iglesia vi como estaba saliendo tu mamá del coche de Andrea, hace tiempo que ya no la veo caminar como solía hacerlo, creo que a ella también le pesa la fecha como a mí.

Traté de sentarme atrás, pero una señal de ella ha hecho que me sentara a su lado para escuchar la misa, créeme que no le he puesto atención, solo me levantaba y sentaba al unísono con los demás. Y en el momento de dar la paz me percate que el Pato, junto con su mamá y su pareja, estaban sentados atrás de nosotros, por supuesto he tenido unas ganas tremendas de llorar cuando me han abrazado, pero me he contenido lo más que pude Alex.

Un año más en el que tu querida sobrina no me dirige la palabra, pero esta vez no le he puesto la atención que en otros momentos, ha sido más el usar las fuerzas para no soltarme a llorar y hacer notar cuanto me duele tu ausencia.

Después de despedirnos, ya que el Pato y familia tenían que irse, me he ido a comprar leche, he salido de ahí con 4 bolsas y unas pasticetas, Curiosamente hoy las señoras estuvieron de buen humor, o no sé bien cómo me vieron pero no tuve problemas para comprar más bolsas de las que me corresponden.

Ya en casa me he dado un pequeño baño, desayuné algo y me preparé para ir a verte, por supuesto pase por tu mamá aunque para mi sorpresa Cachito nos ha acompañado. En un inicio me ha incomodado mucho eso, pensé en que sería un momento íntimo entre tu mamá y yo, pero ni hablar.

Nos hemos puesto en camino y hemos hablado de cosas sin gran interés, tu mamá me ha dicho que Andrea les ha dado un aventón al Pato y familia, los dejó en el metro y de ahí ella se ha ido a su trabajo. Sinceramente es lo único que recuerdo de toda la charla que hemos tenido, tanto de ida como de vuelta.

Y ya en el panteón me he dado cuenta que la compañía de Cachito si nos ha servido pues hubiera sido un poco pesado para mi ir solo con tu mamá, sobre todo porque ha estado muy al pendiente de ella. Entre las dos la hemos sentado, los sombreros que nos dio Cecilia nos sirvieron para no quemarnos tanto pues hacia bastante sol.

El tiempo que estuvimos ahí pasó bastante rápido, hasta he podido darle una pasada de pintura dorada a las letras de esas dos lápidas y para sorpresa de tu mamá y mía, las flores que te pusimos el sábado pasado estaban aún bastante lindas, solo que les faltaba agua pues el güero se ha hecho bastante flojo pero como también Cecilia nos puso agua pude llenar los floreros con agua fresca.

Hemos estado ahí casi dos horas, aunque durante ese tiempo tu mamá ha estado medio dormida y solo se despertaba cuando Cachito y yo tratábamos de charlar un poco. La he dejado en su casa y agradecido a Cachito su compañía. De ahí he ido al centro comercial para comprar mangos Alex, una de tus frutas favoritas.

Mientras lo hacía me llego un mensaje de Vic, como siempre preocupándose por los demás, en él me decía que si podía ayudarme en algo y si me encontraba bien, además de decir que también él te ha extrañado mucho. Ahí si que no pude más y se me han salido las lágrimas, pero las he secado y he seguido caminando. Por supuesto que le he contestado sus preguntas y me he ido a la tienda.

Volví cargando mangos, naranjas y las gelatinas para tu mamá, así que el resto del día me lo he pasado en casa, tratando de no pensar ni recordar.

Malditas fechas.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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