6 de marzo de 2016

Evitando un golpe y derrapando

Nos hemos levantado un poco temprano pero apagamos el despertador y nos quedamos un poco más en la cama. Es curioso Alex, estos días que el niño se ha quedado conmigo me he despertado constantemente pues sus movimientos en la cama me resultan extraños, además de que continuamente se destapaba, por supuesto en esos momentos pensé tanto en ti, en las veces que me tapabas dormida.

Arreglamos las cosas que llevaríamos con mamá y nos pusimos en camino. Como no tuvimos ningún contratiempo hemos llegado temprano, aunque mamá andaba un poco neurasténica. Desayunamos unos ricos tacos dorados y de ahí acompañe a mamá al banco, hizo unos movimientos que me dejaron pensando, quizá sea bueno hacer lo mismo, al menos con algo de dinero.

Y de ahí nos hemos venido a casa, aunque fue el momento en el que me he dado cuenta de que la nena tiene un detalle más que no me di cuenta en días pasados, que coraje Alex, pero bueno, sigo pensando si he sido yo u otra persona, ni hablar, tantas cosas.

Después de acomodar la comida hemos llevado las cosas del niño a su casa y de ahí partimos hacia la pista de patinaje, te diré que aun traía adolorido el cuerpo pero la carita de felicidad del ahijado me hizo moverme más de la cuenta.

Antes de llegar pasamos a la farmacia para comprar uno de los medicamentos que me recetaron, vaya que sale caro enfermarse, veremos cómo me va con los otros dos.

Fuimos de los primeros en llegar a la pista, por suerte le han vuelto a prestar los patines al niño. En mi caso trate de ponerme los patines más tarde pero he visto que hasta las mamás se están animando a patinar porque me han visto ahí. Al menos la mamá de Arath está ya animada, lo único malo es que en la semana se cayó y lastimó el cuello y traía un collarín.

Todo iba bien, esta vez comienzo a esforzarme un poco más, tratar de que el dolor en los pies se quede ahí y bloquearlo mentalmente. He de decirte que dos o tres veces me funciono pero sigo sentándome un poco para relajar los pies.

Aunque por momentos se llenaba de niños, la pista estuvo bastante tranquila, de hecho ni siquiera ha venido Hebe a patinar, por más que la esperamos nunca aparecieron por la puerta, ni hablar, hasta el instructor estaba un poco desilusionado pues le gusta que la gente aprenda, pero finalmente las clases ya están pagadas.

Todo iba bien hasta que me anime a bajar por la rampa, la primera vez estuvo todo bien, pero la segunda casi me estampo en el pilar, tuve que poner las manos y sin pensarlo me he derrapado, cayendo de lado derecho, así que termine con una raspada en el brazo y un dolor en el costado, más que nada en la nalga. Creo que ha sido más la pena que otra cosa lo que me hizo pararme inmediatamente y ponerme a medio patinar, maldita vergüenza Alex, si me dolió.

Ahora veo las olas con más miedo que nada, y creo que dejare el pasar por ahí un buen tiempo, aunque Javier insista en que lo haga. No quiero terminar más lastimada que nada. El regreso ha estado un poco doloroso, quizá porque bajo la adrenalina y hacía frio.

He vuelto a la casa, adolorida y con una torta de huevo con frijoles que la comadre me ha invitado, espero que estos momentos sean recordados por el ahijado y me recuerde cuando me vaya contigo.

Alex… duele mucho, mental y ahora físicamente… ven ya por mi… TE AMO.

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