13 de marzo de 2016

Jugando en patines

Aunque puse el despertador a las 9 de la mañana nos hemos levantado de la cama a las 9:30, es curioso como la sensación de vacío me inunda, sobre todo cuando tengo a alguien durmiendo a mi lado, aunque no es de tu lado pero se siente extraño y hoy no ha sido la excepción, al despertarme vi como el niño estaba atento a su celular, seguramente como lo habrías estado tú.

Ha sido confuso levantarme, pero el ver la sonrisa del ahijado me ha dado ánimos para hacerlo, así que en un dos por tres me he vestido y en cuanto pudimos salimos de casa con destino a la de mamá. Hasta eso, no hemos encontrado dificultad alguna, solo que al servirle miel al niño en su desayuno mamá salió con uno de sus tonitos castrosos, lo que me hace pensar que quizá esa sea la forma en la que suelo responder, estaré en lo cierto?

Sigo pensando mucho en lo que sucedió el viernes en la oficina, realmente lo que me ha molestado es que no me tomaron en cuenta para hacer los cambios, pero bueno, tengo dos opciones Alex, quedarme en ese lugar o irme a la otra zona, veremos qué pasa, pero por ahora no quise enfrascarme en ese incidente.

Después de desayunar he acompañado a mamá al banco, por este mes hemos terminado de hacer sus movimientos, así que he aprovechado en hacer algunos yo, solo que no teníamos previsto la cantidad que me pedirían, así que al final hemos tenido que ir al cajero, lo bueno es que en el trayecto no ha pasado gran cosa, con eso de que asaltan y matan hasta por 100 pesos, pero bueno.

Volvimos justo a tiempo para organizar las cosas en la casa e irnos a patinar, aunque primero pasamos al atienda donde compré la medicina con la esperanza de que tomaran el ticket que obtuve el viernes como válido, al final resultó que no pues tenía más información de la debida, aunque me dio bastante coraje he de reconocer que la señorita tuvo razón, ni hablar Alex, a buscar otra forma de recuperar ese dinero.

Y de ahí llegamos a tiempo para patinar, lo chistoso es que ya estaba ahí Tamara con Hebe, mientras los niños tomaban clase me he pasado gran parte del tiempo practicando el frenado en T, con decirte que hasta traté de ayudar a un chico que va con otra chica, la de cabellos rizados y un flequito blanco. De alguna manera me vi reflejada en él, aunque no creo poner tantos pretextos como él para patinar, pero si para no hacerlo correctamente.

He de confesar que el ejercicio recomendado por Osiris ha funcionado bastante, pues ya casi me sale el frenado, aunque debo poner más atención a la posición del pie izquierdo, debe estar mucho más derecho. Hasta Javier me estuvo ayudando y también el otro maestro, así que poco a poco debe salir bien. Sigo pensando en las palabras que me dijeron la semana pasada: “Eres como yo, nos cuesta trabajo aprender a patinar pero cuando lo logramos no lo olvidamos”, y creo que tiene bastante razón.

A media tarde nos hemos puesto a jugar con una pelota, como había suficientes personas ha sido divertido, pero perdimos. Estarías bastante orgulloso del niño pues patina bastante bien y es muy rápido, en resumidas cuentas todos nos hemos divertido bastante.

Al final me puse a charlar con el papá de una niña, bastante agradable, al igual que su nena, aunque creo que se puso un poco celosa porque charlábamos, pero bueno, un sentimiento de padre e hija que jamás he experimentado.

He vuelto a casa con el niño y Hebe, su mamá se ha ido temprano pero me la ha encargado, solo que como es amante de los perros gran parte del camino nos vino siguiendo una perra callejera, ya sabrás como andaba yo.

Un día divertido Alex, pero aun así no dejo de pensar en ti.

Alex… ven ya por mi… te lo suplico… TE AMO.

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