12 de marzo de 2016

Cocinando de nuevo

Me resulta extraño tratar de dormir con los movimientos de alguien a mi lado, así que continuamente me la paso despertándome, además de que el niño tiene la costumbre de acercarse mucho a la persona con quien duerme, así que de vez en cuando sentía su brazo en el pecho.

No recuerdo bien a qué hora nos hemos despertado y mucho menos levantado, pero para desayunar he preparado unas ricas sincronizadas de jamón con queso y para tomar ha sido leche de arroz, sinceramente no tenía pensado que estuviera en casa pero ha sido divertido además de que se comporta bastante bien.

De ahí nos pasamos el resto de la mañana en la cama, mientras él miraba algunos videos yo continuaba con la serie sobre cazadores de sombras, pero no creo que sea adecuado para verlo ambos, sobre todo porque hay algunas escenas bastantes violentas, pero por lo que llego a escuchar le ha interesado bastante.

Antes de irnos a llevarte flores hemos terminado de lavar, dejamos la ropa en suavitel y nos fuimos a casa de tu mamá. Por suerte Cecilia llevo naranjas, que por supuesto fueron la fascinación del niño, así que creo deberé tener algunas en casa para el próximo fin de semana.

Hablando con tu mamá hemos quedado que si viene el Pato el martes me encargaré de llevarlo a desayunar y posteriormente ir con tu mamá al panteón. Mi idea es no presentarme el martes a trabajar, sobre todo porque es un día bastante complicado emocionalmente, pero todo dependerá de lo que diga Vic.

De regreso hemos ido a la iglesia para pagar la misa, pero la hemos encontrado cerrada, así que mañana intentaré de nuevo ir, no quiero dejar de pagarla pues sé que a futuro tu mamá me va a estar recriminando de alguna manera o de otra. Mientras menos cosas me esté diciendo mejor para mí, no crees?

Por la tarde me he puesto a cocinar pescado, ha sido extraño hacerlo de nuevo, pocas veces lo hago y siempre fue para ti Alex, cocinarte es un placer y más ver tus caras de asombro cuando por fin me quedó el caldo de pollo como a ti te gusta. Confieso que mientras lo hacía imaginaba tu reacción, el cómo estarías jugando con el niño y tantas otras cosas, casi me suelto a llorar, pero contuve por el niño.

Aunque comimos bastante rico, he terminado con un sabor amargo en la boca, no por la comida, más bien por tu ausencia. Duele tanto estar así.

El resto del día nos lo hemos pasado mirando películas y dándonos un buen baño, por suerte hoy no ha hecho tanto relajo con el agua en comparación con la semana pasada.

Alex… me haces tanta falta… ojalá pronto estemos juntos… TE AMO.

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