9 de enero de 2016

Las clases de patinaje

Hoy me he despertado bastante tarde, creo que eran como las 12 del día cuando apenas abría los ojos, sobre todo porque no tenía nada planeado para hoy, ni siquiera ropa sucia tenia y la ratita vino ayer, así que pensé sería un día de echar la flojera.

Hasta que me conecté a Facebook y me puse a charlar con una persona que ha patinado por años, por supuesto le he comentado mis desventuras con los 4 ligadores, quienes al darse cuenta que no soy una veinteañera de escultural cuerpo y cara angelical han desistido de enseñarme a patinar.

El primero ha sido Hugo, aunque me lo he llegado a topar por la noche y de vez en cuando me da alguna que otra recomendación, luego el famoso “tío donas” quien ni sus luces e insiste en que vaya a Mora, pero como es domingo se me dificulta hacerlo, luego la experiencia con Israel, un chavo alivianado pero quizá se desesperó más porque aún me duelen los pies y finalizando con Daniel, quien al final me dijo de unas clases para jugar hockey, puedes creerlo?, si aún no se patinar, pero bueno.

Al final me ha dicho que muchos “chavos” hacen eso, y entre una cosa y otra me ha recomendado un lugar cerca de Zacatenco para patinar, aunque ahí se paga, así que al final me he animado y agarre mis cositas y llegue a ese lugar.

Primero me he chiveado un poco, más que nada porque eran puros niños patinando, me he animado al ver que un señor se levantaba a patinar con sus hijas, pero aun así Alex, me ha costado trabajo ponerme los patines, creo que en algún momento los padres pensaron que era una mala persona pues se me quedaban mirando, pero al final cuando me vieron ponerme los patines descansaron.

Aunque yo no, he tenido que practicar más que nada con un niño de 5 años, aunque la clase fue más bien hacia mi pues el niño perdía interés cada 5 segundos, lo curioso es que el instructor se llama como tu Alex, quizá sea una señal de que voy por buen camino, no crees?

Un chico muy amable, que estudio administración y como todos, tiene un pequeño trabajo, pero ni cómo ayudarle, aunque su novia se ha molestado conmigo un poco por hacerlos salir un poco tarde, sobre todo porque le he pedido que quitara el freno del patín, de haberlo hecho yo sola creo que no habría podido, en fin.

He vuelto a casa un poco tarde, con frío, patines sin freno y cansada, tomo el nombre del maestro como una señal de que voy por buen camino, aunque haya tenido que patinar con niños. Ni hablar.

Alex… una aventura más sin poder compartirla como antes… duele mucho estar así.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario