20 de enero de 2016

El cumpleaños de Blanca

Tal parece que los días en los que no voy a patinar amanezco con bastante pereza, es muy complicado salir de las cobijas, y créeme que hoy no ha sido la excepción, no recuerdo cuantas veces ha sonado el despertador pero cada vez que lo hacía lo apagaba para quedarme acostada un poco más hasta que ya no fue posible, de la cama he ido derecho a la ducha, un buen baño de agua caliente y a prepararme para ir al trabajo.

Por suerte he encontrado lugar para el coquito, pero creo que debo llegar más temprano para ganarle a Sergio, ni hablar, es eso o venirme en transporte público, ambas opciones me resultan un poco incomodas.

Durante el trabajo me la he pasado buscando una máquina virtual pues el software industrial que debo usar no funciona en el nuevo sistema operativo, funciona perfecto en la panchita pero ese sistema se actualizo, no es una instalación completamente limpia, ni hablar, es eso o reinstalar todo desde cero y perder mucho tiempo, además se complica por el tema de la licencia.

Luego he tratado de concluir el tema de Servicio con Cesar para el sistema de calidad, quizá sea un poco más sencillo de lo que pensaba, pero aún debe pasar el filtro de Vic para ponerlo a funcionar, sinceramente espero que sea a la brevedad posible pues creo que nos estamos atrasando en ese tema.

Por la tarde, cuando iba llegando a la casa, recibí un mensaje de la comadre donde me decía que hoy es el cumpleaños de Blanca y esperaban que fuera, así que después de ir con tu mamá, dejado las cosas en casa y prendido las luces me he ido directamente para la casa de las Chávez.

Lo primero que hice ha sido darle un abrazo a Blanca y luego servirme de comer, todo estaba, solo que me la he pasado ignorando completamente a Flavia y luego a Gina, quien se incorporó a la reunión por la noche.

Han dado de comer pollo frito, arroz y unas cebollitas con chile, además de totopos y chicharrones. Lo bueno es que pude encontrar pedazos muy ricos. Ahí también estaba Xóchitl, entre ella, la comadre, el ahijado y yo nos hemos puesto a charlar sobre su graduación, aún no saben que se van a poner, si superan que yo ya tengo el vestido, aunque no se bien si volveré a ponérmelo.

Más tarde ha llegado Armando con su familia quienes trajeron el pastel y una gelatina, poco a poco fue llegando más gente, entre conocidos y desconocidos, aunque solo una de ellas le ha dado un regalo a Blanca, creo que ha sido una amiga de ella y le ha traído un perfume, ya luego averiguare que tal huele.

Así que ha sido otra noche en la cual no he ido a patinar, pero me he frustrado mucho cuando vi a el ahijado con Fernandita patinar, puedes creer que ya lo hacen mucho mejor que yo?, y sin tener clases particulares, lo que me va a motivar para presionarme un poco más.

He tratado de enseñarles el famoso freno en T, pero ni caso me han hecho, ellos siguen frenando como pueden, entre risas y otras cosas, además Azul se la ha pasado llorando pues varias veces se ha golpeado contra el suelo, vaya trio de niños.

Vuelvo a casa triste, sola y con ganas de ya patinar, pero me sigue doliendo la rodilla Alex, un día más para descansar.

Alex… te extraño tanto… no tienes idea cuanta falta me haces… ven ya por mi… TE AMO.

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