2 de octubre de 2015

Los colibries

Un día lleno de trabajo, desde que me levanté no he parado del todo, entre que ir por la leche, luego a prepararme para ir a trabajar, sacar pendientes en la oficina, revisar otras cosas, avanzar poco en lo atrasado, etc.

El día se me ha ido entre los dedos como agua, cuando menos lo esperé noté como Margarita sacaba su trastecito para comer, siendo viernes me he ido con los demás a comer, aproveche en comprar dos chiles en nogada, uno para mamá y el otro para mí, apenas y me alcanzó, he tenido que echar mano al guardadito de siempre.

Por la tarde, los “hombres” en la oficina se estaban organizando para ir a jugar, el único animado ha sido Cesar, los demás le estaban poniendo muchos pretextos al momento de irse a cambiar, tanto Margarita como yo preferimos desistir, por supuesto hicimos hincapié en la hora, si al menos hubiéramos salido 1 hora antes quizá habríamos jugado un poco, aunque nos usan más que nada como porteras, y hasta eso Alex, somos buenas.

En casa he estado tranquila, pase a saludar a tu mamá, todo bien, no quise preguntarle sobre su consulta de ayer, pero estoy casi segura que pedirán otra opinión, y está bien Alex, pero me incomoda que no vayan a ver al doctor que les recomendé, ni hablar Alex, no puedo hacer más.

He estado mirando televisión, organizando algunas cosas, mirando películas y charlando con algunos conocidos, nada de interés, a veces siento que la magia surgida entre nosotros no se presentara de nuevo Alex, estaré realmente mal?

Los colibríes no han dejado de venir, hoy he contado la visita de al menos 5 de ellos, entre gris y color verde son sus colores, hay uno que cuida el bebedero, lo he apodado el caporal, bastante territorial, los demás aprovechan su ausencia para beber néctar de manera rápida y hasta desesperada. El caporal a veces vuela muy cerca de mi cara, como tratando de hablar conmigo, quiero imaginar que trae alguno que otro mensaje tuyo, ojalá pudiera hablar.

Mañana me espera un día cansado, iré con mamá y trataré de ayudarle con algunas cosas, tenemos planes de comprar pollos rellenos, aquellos que tanto te gustaban Alex, cuando mamá me dijo casi me suelto a llorar, duele tanto retomar pequeñas costumbres, aun ahora no puedo salir a tomar fotografías por gusto, lo he hecho más por obligación, pero casi no las disfruto, no como antes.

Tantas cosas Alex… duele mucho… realmente mucho… ven ya por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario