7 de octubre de 2015

El vecino de la oficina

Me he levantado con bastante ánimo Alex, esta vez no me ha costado mucho salir de las cobijas, y eso que sigo sin poder conciliar del todo el sueño, nuevamente he estado dando vueltas por la cama, sé que he dormido pero no me siento del todo descansada y me he despertado constantemente, malditas pastillas para dormir, creo que ya no funcionan del todo.

Como estuvimos un poco solas, Margarita y yo no la hemos pasado contándonos algunas anécdotas, sabes Alex, no hay día en el cual no le hable de ti o te mencione, hoy le he mostrado algunas fotos nuestras de jóvenes, se ha sorprendido con lo diferente que me veo, si supiera que sigo sin reconocerme en el espejo?, cada vez que me veo es como si viera a una extraña.

Además de eso le he tenido que cancelar a la señora del Afore, tuve que salir y ella no llegaba a tiempo, pero todo parece indicar que voy bien con la dentista, me ha cambiado las ligas de gatitos por otras más pequeñas para que tenga más presión y al parecer me van a hacer nuevamente el trabajo que constantemente se despega, ni hablar Alex, ojalá estuvieras aquí.

El día se ha complicado bastante Alex, no en el inicio, más bien cuando llego Gabriel y comenzamos a analizar un nuevo proceso, debido a que Vic se ha involucrado en un proyecto ha estado cancelando mucho las juntas, así que no hemos avanzado del todo. Lo chistoso ha sido que aun con la flojera hemos avanzado un poco Gabriel y yo, aun y con la dormida de Vic, que han sido unos 10 minutos pero le han servido mucho, se le nota cansado, uno de sus tantos problemas al no querer delegar, pero así es él y no va a cambiar.

Lo malo del día se presentó a la salida, cuando el vecino se ha puesto de necio por sus dichosas piedritas, las tuve que mover porque no salía, y de ahí se agarró para decir cuanta cosa se le ocurrió. Aunque me he comportado a la altura he terminado con un tremendo coraje, aunque más que nada ha sido frustración.

Hasta le he contado a tu hermana, claro que no le he dicho exactamente como ocurrieron las cosas, siempre generalizando, pero el problema de los vecinos conflictivos lo tenemos por todas partes, hasta Eduardo se ha quejado hoy con nosotras de los Bonies, vaya lacra que hay en la colonia.

A pesar de mi mal humor mamá me ha estado llamando por teléfono para decirme cualquier cosa, creo se siente sola, por supuesto no le he contado lo ocurrido aunque sí estuvo dándome vueltas por la cabeza toda la noche, mañana veré como lo resuelvo Alex, no sé si sea buena idea pedirle ayuda a Rafa, el hojalatero de la colonia, finalmente son del rumbo y la misma pelusa, como dirías tú.
Espero poder conciliar el sueño, ya sabes como soy cuando me suceden estas cosas, es uno de esos días en los que me haces tanta falta Alex.

Alex… ven por mi… te lo ruego… TE AMO.

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