Las macetas

Me he pasado gran parte del día encontrando el error en la maquina pues no puedo hacer funcionar un simple programa Alex, hasta comencé a hacer mi respaldo, por si las dudas claro. He de decirte que estuve a nada de reinstalar la maquina desde cero, pero la ayuda de Carlos me ha servido mucho.

Y aunque no pudo ayudarme por la mañana se ha pasado gran parte de la tarde en eso, entre los dos no hemos podido dar con el problema, solo que al desinstalar un programa y volverlo a instalar la mitad del problema se ha corregido, quizá no sea tan fácil como me lo planteaba Alex.

El único problema que tuve ha sido con respecto al tiempo, eran ya las 5 de la tarde y Carlos continuaba conectado a mi máquina, eso y que el cielo se veía realmente oscuro y amenazaba con llover, por supuesto no quería que los tenis nuevos se me ensuciaran más de lo debido, sobre todo porque tengo la intención de llevarlos a cambiar, me gustan mucho pero no me siento del todo a gusto.

Tengo la intención de llevarlos a cambiar argumentando que me dieron medio número más grande, y no es tanto el problema, es más bien cosas mías Alex, ya sabes como soy para los zapatos, aunque tú eres peor que yo en ese aspecto. En fin.

Por la tarde, he pasado a ver a tu mamá, pero no la vi del todo, solo la escuché y me fui de ahí rápido, una por la amenaza de lluvia y la otra porque ellas también ya iban a cerrar. El problema ha sido después ya que justo cuando estaba comenzando a regar las plantas pude notar que faltaban dos.

Una que en si es de tu mamá, aquella maceta enorme que tenía varias sábilas y nunca me gustó, de hecho hasta la maceta ya estaba toda rota. Y la otra es una planta que mamá me había dado, un tipo cactus que colgaba y ya se estaba secando, ambas macetas no estaban cuando comencé a regar las plantas.

Por supuesto me he sentido bastante mal e incómoda, tuve ganas de llamar a tu mamá y preguntarle por qué se había tomado esa libertad, sinceramente Alex no me ha molestado el hecho de que lo hiciera, sino más bien la acción, no sé si me explique.

He sentido una invasión a nuestro mundo Alex, además a eso súmale que estaba hablando con mamá cuando me di cuenta de eso, por supuesto ella ha tratado de aligerar el hecho, pero me ha molestado eso de: “ya hija no te preocupes, tómalo con calma”, no se Alex, pero sus comentarios han sido como la gota que rebasó el vaso.

Al final me quedé con un mal sabor de boca, entre que tuve que cerrarle la sesión a Carlos sin avisarle para llegar temprano a casa y lo de las macetas. No ha sido un buen día.

He llorado, si Alex… he llorado de nuevo tu ausencia.

Alex… ven por mi… TE AMO.