3 de mayo de 2015

Las cruces y una llamada

Hoy me he levantado temprano, aunque no quedé con tu mamá de ir por ella para ir a la Quiroga asumí que iban a ir, para mi sorpresa me encontré a Cecilia lavando las cruces para llevarlas a bendecir, aún estaba en pijama. Se extrañó mucho de mi presencia, pero al final ha aceptado en ir a la Quiroga, hemos salido 30 minutos más tarde, ya sabes cómo son ellas, nunca salen a tiempo.

He comprado duraznos y mangos, esta vez también para mamá, y justo cuando llego el Maruco, verlo bajar del taxi y observar su gorra se contestó la pregunta de ayer Alex, efectivamente eran las gorras que te mencionaba. No tuve más que tragarme mis palabras y el mundo de lágrimas que estuvo por desbordarse, además he confirmado que a nadie más le duele tu ausencia como a mí.

Traté de distraerme, hasta tu mamá se dio cuenta de mi cambio, preferí no decir algo y guardar silencio, afortunadamente la ida ha sido rápida, la señora de las quesadillas aún estaba desayunando por lo que solo hemos comprado y nos regresamos, en un momento llegue a pensar que me pedirían acompañarlas al otro mercado, pero he tenido suerte.

También con mamá ha sido rápido, no fuimos al centro comercial, solo pasamos a ver si había café en polvo y algunas cosas menores al mercado, finalmente pude volver temprano a casa.

Y me he obligado a no llorar por ese incidente Alex, al final del día son solo cosas, cosas que solo yo se la historia, y solo a mí me duelen. Te das cuenta Alex?, tantas cosas que no deberían estar pasando y pasan, estoy segura que a ti no te estarían molestando como a mi Alex. A veces desearía que las cosas fueran al revés, pero no quisiera provocarte un dolor tan fuerte como lo hubiera sido mi partida.

Alrededor de las 2 de la tarde ha llamado tu mamá para decirme que el señor que vende fruta estaba afuera de su casa y que bajara para comprar fresas, una llamada un poco autoritaria pero me ha gustado mucho el detalle, solo ella o mi madre puede llamarme para eso.

Y baje con 20 pesos y la idea de solo comprar medio kilo, aunque por insistencia de tu mamá terminé comprando el kilo y unas guayabas, por supuesto que la he acompañado a su casa y he cargado las bolsas con la fruta que ha comprado. Lo que no me gustó es que al buscar a la comadre me ha abierto la puerta Gina, tuve que ser lo más políticamente posible pero me ha incomodado mucho, desde mucho antes que te fueras ya no nos hablábamos, recuerdas?

Una llamada tierna por parte de tu mamá, detalles así son lindos aunque luego sale con cada comentario que bueno.

El resto de la tarde ha sido triste, te extraño tanto Alex.

Alex… ven por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario