7 de marzo de 2015

Pidiendo los tamales

Aunque he estado sumamente cansada no he podido quedarme dormida hasta tarde en casa, eran las 9 de la mañana cuando salí de las cobijas y desayune un poco, entre la comida que mamá me dio por fin he probado el “chorizo en salsa verde con nopales”, bastante rico aunque de vez en cuando me cuesta trabajo percibir los sabores. Espero que no esté repitiendo el desayuno por tanta grasa.

Estuve mirando la televisión mientras esperaba a que cerraran el negocio. Alrededor de las 3 de la tarde he ido a casa de tu mamá para saber si querían ir a los tamales, sobre todo para apartarlos y no tener problemas el próximo sábado, que será el día en el que tu mamá decidió hacerte la misa.

Yo tenía la idea de escuchar misa en la iglesia, cerca de mi mamá y de ahí irnos a desayunar algo, pero todo cambia y prefiero acoplarme a los deseos de tu mamá. Finalmente ella tiene el sartén por el mango.

Primero me dijeron que no, luego que se harían un tiempo, que mejor la semana que entra, etc. Al quedé en que estaría en casa y si cambiaban de opinión me llamaran, lo que ocurrió tiempo después, apenas iban a dar las 4 cuando Cecilia me llamó para decirme que si a las 4:30 podíamos ir, he dicho que sí.

Y como siempre me han dejado esperando afuera porque tu mamá estaba al teléfono, no sé con quien hablaba pero seguro ha sido alguien de la familia.

Y nos pusimos en camino, Cecilia se ha quedado dormida mientras tu mamá y yo charlábamos de otras cosas, al llegar solo bajamos tu hermana y yo, entre las dos hemos comprado unos 60 tamales para ese día y trajimos otros para comer más tarde.

Cuando se enteró tu mamá la cantidad que habíamos comprado comenzaron los problemas, esta vez ha agarrado parejo, ha dicho que las dos éramos “un par de codas”. Así la tuvimos todo el camino de regreso, por más que tu hermana trataba de hacerle entender el motivo de esa cantidad.

Supuestamente habíamos quedado en que solo la familia y aquellas personas que nos llegaran a preguntar por ti, nadie más, pero creo que ella se agarró invitando a más personas, por eso se molestó. Entre sus argumentos ha dicho que ella está acostumbrada a hacer las cosas bien o no hacerlas, es decir a invitar cuanta gente se cruce en su camino, esta vez preferimos Cecilia y yo hacerlo más emotivo aunque ella se moleste.

Antes de llegar a casa hemos pasado a comprar los vasos, platos y tenedores para ese día, por supuesto ha sido comprado por las dos, si Cecilia agarraba un par paquetes de vasos yo agarraba la misma cantidad, así hicimos con lo demás.

Y ha sido ahí cuando Cecilia habló con tu mamá, no sé bien que le dijo pues preferí alejarme, total ella siempre se sale con la suya y estoy segura que al final deberemos comprar más tamales. En fin.

El resto de la tarde ha sido triste, como cualquier otro día sin ti Alex.

Te extraño Alex.

Alex ven por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario