2 de marzo de 2015

Ataque de alergía

Hoy ha sido un día más tranquilo Alex, aunque ajetreado pues me encargue de enviarle algunos documentos a una señorita de nombre Mariela, muy amable por teléfono pero muy pedinche a la hora de responder, quiere todo en documento y firmado.

Así que con eso estuve batallando desde temprano hasta la hora de la salida, a las 5 de la tarde Omar nos dice que ellos habían llegado temprano por lo que se querían ir temprano, no me quedo más que cerrar la máquina y llevarme el trabajo a casa, afortunadamente tenemos internet Alex.

Al pasar a saludar a tu mamá me dice, en tono un poco de reproche, que ella ya había visto lo de la misa de su hijo, que a ella le gusta planificar desde mucho antes y si quería hacerte la misa en otra parte estaba bien pero no eran sus rumbos.

Como pude le hice ver que soy yo quien ha pagado tus misas y este año no será la excepción, creo que ella entendió aunque se le hizo extraño, tu mamá tenía la idea de ser quien pagaba tus misas, espero que Cecilia no me tache de mentirosa, solo tengo un recibo de todo eso.

Y me vine a casa, lo primero que hice fue terminar lo pendiente, pues en teoría a Mariela le urgía, pero al enviarle mails, pasadas las 6 de la tarde, dejo de contestarme, así que cerré la máquina y comí un poco, total es a ella a quien le urge la información, no a mí.

Luego he hablado con mamá para organizarnos en cómo vamos a afrontar este nuevo golpe de Carmen. Le he suplicado que no le cuente a nadie, pero seguramente le dirá a medio mundo. Finalmente así es ella y no hay vuelta de hoja.

Por la noche, cuando ya estaba en cama, mirando la televisión, me comienza un ataque de gripa, lagrimeo con comezón en la nariz y un flujo nasal constante que ni las paletas del doctor simi pudieron calmar, fue ahí cuando me he soltado a llorar, no debería de estar así Alex.

Por supuesto he recordado la vez que saliste disparado a la tienda a comprarme medicina por una alergia en la piel que se pasó en 2 horas, la diferencia que tuvimos y como al final, aun y cuando me dijiste que ya no te ibas a preocupar por mi terminamos dormidos abrazados.

Abrazos como esos me hacen tanta falta Alex.

Y heme aquí Alex, más de las 12 de la noche y aun no me puedo dormir, lo bueno es que encontré una oblea, que el doctor me recetó hace tiempo, con la cual se me han calmado los síntomas, creo que deberé comprar esa medicina, aun y cuando salga cara.

Alex… ven por mi… no puedo más… TE AMO.

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