14 de marzo de 2015

La misa y el comentario

Malditos días Alex, desde que me desperté he tratado de distraerme y no pensar en nada del pasado, desafortunadamente tuve que levantarme temprano pues tenía una cita con la dentista, por supuesto antes de ir con ella he pasado a la oficina, ayer olvidé mi teléfono por las prisas

Lo bueno es que Vic fue a la oficina, recogí mi teléfono y la fruta que ayer dejé en mi lugar, sería un desperdicio tirarla y menos ahora que estoy en fase de ahorro Alex.

Con mamá habíamos quedado en que llegaría por ahí de las 4 de la tarde para ir por los tamales, llegó antes, cosa que me ha molestado un poco, traté de controlarme un poco ya que solo ella se preocupa por mí. Ha sido en ese momento cuando me desesperé y para distraerme un poco he comenzado a formatear la laptop de la oficina, aquella que era tuya y desde que te fuiste la uso yo, además de que ya está comenzando a dar muchos problemas.

No lo pensé, solo lo hice y ya. Sin mirar atrás Alex, creo que eso es lo que debería hacer con todo lo demás, aunque después, cuando lo piense me suelte a llorar.

Justo a las 4 de la tarde hemos ido a casa de tu mamá, por supuesto yo estaba pensando en otras cosas cuando justo ella me “pidió” ir por unos tomates al mercado, creo que ahí fue cuando tuvimos un pequeño desacuerdo que se “arreglo” cuando volvimos con los tomates, por supuesto mamá los compró pues yo llevo mucho tiempo que no entro en el mercado de la colonia.

Un poco grosera tu mamá me dijo que si me había pasado algo por haber ido a los tomates, que debo cooperar con ellas, quise decirle que si también sus nietos cooperan, pero para no hacer el problema más grande dije que no y que ahí estaban los tomates. Al final le hice saber que no me molesté por haber ido, más bien tengo muchas cosas en la mente y que debo solucionar.

Luego de eso fuimos a los tamales, fuimos y volvimos rápido, dejamos las cajas en la cocina y quedé de ir a las 6 para ayudar a Cecilia en lo que pudiera. Pero justo cuando volvimos ya estaba todo organizado, terminé solo ayudando en preparar las dos ollas de atole.

Por supuesto las cajas de los tamales ya habían sido abiertas, supuestamente para que no se echaran a perder por el calor, pero después me di cuenta que Cecilia había sacado los tamales que ella compró, que te digo Alex.

Y llego el Pato con su hermana y mamá, hemos ido a la papelería para sacar unas copias pues ellos han querido cantar en la misa, y prácticamente lo hicieron ya que nadie más conocía la canción y la tonada.

Esta vez hable muy poco con el Pato, me hubiese gustado charlar más con él, pero no se dio la oportunidad. Durante la misa estuvieron sentados a mi lado Anita y su hermano, pero de nuevo me he sentido tan alejada de los demás. De los Díaz solo Victor me ha dado “la paz”, ni Cecilia o su novia lo han hecho, ni que decir de Andrea que hizo lo mismo con mi mamá y hasta con la comadre, de nuevo aparece el hábito de ignorarme.

Cada vez veo más cerca la salida de ahí cuando tu mamá ya no esté de este lado, espero y ruego que me vaya yo antes.

Regresamos a casa temprano, justo cuando ha dejado de llover, argumentando eso nos fuimos pero dejamos levantado lo más que pudimos, el Pato y familia se quedaron un poco más, quien sabe de qué hablarán cuando me vaya.

Lo curioso es que me han dicho que tu mamá estaba llorando pues antes de que llegaran te ha escuchado decir: “Ya no llores mamá”, porque no hablas conmigo AleX?

Mamá se ha ido a dormir temprano, ha estado muy molesta del estómago por lo que solo ha cenado té de yerbabuena y pan tostado, yo me he quedado en la sala configurando la máquina, no se ya cuántas veces la he formateado, es ahora cuando comienza a doler haberlo hecho. Trataré de dejarla como antes Alex, al menos estará presente tu usuario, como siempre.

El resto de la noche la he pasado llorando, lloro mucho Alex… donde estás?... ven por mi… TE AMO.

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