21 de marzo de 2015

La charla

Debí haberme levantado temprano para ir a la dentista, al menos ese era el plan inicial. Mientras estaba en la cama tratando de mentalizarme para levantarme me llama la dentista diciendo que su amigo no iba a poder ir, que la disculpara y nos veíamos en la semana.

Agarre las cobijas y me envolví de nuevo en ellas, me quedé nuevamente dormida y desperté hasta las 11 casi 12, hace mucho que no dormía tanto Alex, aunque sigo sintiéndome cansada, no como otros días pero bueno.

Poco después de la 1 me llama tu hermana para que vaya y compre un poco de fruta pues los chicos que les llevan a ellas estaban ahí, por supuesto he bajado más por compromiso que otra cosa, no tenía ganas de comprar algo., al final he terminado con una bolsa de mangos manilas y algunas manzanas, por supuesto tu mamá insistía en que comprara más frutas así que no me quedó más que comprar ciruelas.

Al terminar me han pedido ir a avisarle a las Chaves para que ellas también compraran, ha salido la Comadre, Cacho y Elizabeth con sus niñas, cuando terminaron me armé de valor y fui con tu mamá para pagarle la renta.

Trate de hacerme la sorprendida por la cantidad y es ahí cuando comienza la discusión entre ella y yo. Hemos hablado de tantas cosas Alex, cosas que le lastiman o me lastiman, ambas hemos terminado llorando sobre todo recordándote.

Esta vez Cecilia solo estuvo escuchándonos y limpiando la parte de arriba de su casa, a veces bajaba y trataba de mediar las cosas, otras solo nos dejaba hablar. Al final tu mamá se ha puesto bastante necia y no dejo que le explicara mis argumentos, quizá también me puse yo de necia, pero bueno.

Con decirte que hasta Cecilia me dijo que Victor va a pagar también renta, fue ahí cuando casi me suelto a reír, sobre todo porque él sigue sin trabajo y, hasta donde yo sé, no tiene un ingreso fijo. Dejé que creyeran que me les había creído, por supuesto que no lo hice Alex.

Como siempre tu mamá argumentando que no le alcanza, algo que he venido escuchando desde siempre, además dice que tú le dabas dinero para que se alivianara, por supuesto que no le he creído pues sé muy bien que el dinero que tenías o tenía nos lo gastábamos entre nosotros y para nosotros, a otro perro con ese hueso.

Esta vez no me dejo del todo, también le reclamo algunas cosas, no con el tono que ella usa con los demás, de forma un poco más sutil pero no me dejo Alex, como te dije alguna vez: muchas veces tiene razón pero otras se pasa. Sigo pensando en lo que me dijiste: “Pues no te dejes”.

Las tenía de perder y perdí Alex, deberé darle la cantidad que me pide, no hay vuelta de hoja.

Duele mucho tu ausencia, esto no debería estar pasando si tu estuvieras de este lado.

Alex… no tardes en venir… TE AMO.

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