27 de diciembre de 2014

Y de nuevo en bici

Hoy ha amanecido mejor que otros días, el sol ayudo a que muchas personas nos decidiéramos por lavar, sobre todo yo que tenía ya bastante ropa en el canasto, con decirte que hasta lo he hecho a tu manera Alex, poniendo la tina para el suavitel y toda la cosa, aunque mi mezcla de jabones no es tan buena como la tuya, la ropa blanca no me queda del todo blanca, quizá sea porque mezclo la ropa, pero no sale tanta ropa como antes, así que para que separar 3 prendas azules de una blanca.

Terminé con los lazos llenos, aproveché para cambiar algunas cosas de la cama y si hubiera tenido más espacio hasta las cobijas lavo de nuevo, pero entre suéteres y sudaderas los lazos terminaron llenos.

Por la tarde me ha llamado la comadre, de nuevo me ha invitado a salir a andar en bici con ellos, esta vez se ha unido Fernanda pero hicimos las mismas actividades, andar en bici y lanzar el balón de basquetbol para hacer una que otra canasta, me doy cuenta que tengo una mala condición física y ni que decir de mi puntería.

Las salidas al camellón son básicamente para cansar a los niños y tratar que la ansiedad del Cesarín disminuya, últimamente ha estado muy inquieto y es difícil para Blanca controlarlo, así que entre ella y la comadre prefieren cansarlo para que duerma lo más que pueda.

Espero que con el tiempo otros miembros de la familia se incorporen a estos paseos y terminen siendo más constantes, finalmente a todos nos sirve Alex, momentos así son cuando no siento tanta tristeza aunque no deje de pensar en ti.

Hemos vuelto a tiempo para guardar la bici y comer un poco con ellos, de hecho no tenían mucho pero me han ofrecido chicharrón y frijolitos, muy ricos por cierto pero he sentido feo no poder dejar que el ahijado coma chicharrón, en sus últimos análisis salió alto del colesterol y le han quitado muchas cosas, sobre todo carne de cerdo y frituras.

He vuelto a casa antes de que oscureciera, baje la ropa a excepción del chaleco gris que deje aun escurriendo con la esperanza de que se haga grande, bueno largo, porque me queda un poco corto y no me gusta mucho eso.

Termino comiendo en la casa, un poco de lo que tu mamá me dio y lo que me prepara la mía. Nada especial Alex pero calientito y con un poco de refresco de piña.

Te extraño mucho.

Alex… ven ya por mi… no tardes… te lo suplico… TE AMO.

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