18 de octubre de 2014

La reflexión del ahijado

Quise quedarme en cama lo más posible, aunque la espalda me estuviera matando alrededor de las 11 de la mañana, por lo que me levanté y me fui a recostar al sillón, finalmente ese era mi plan original Alex.

Escuche como tu mamá estaba hablando constantemente con su trabajador, no quise decirle que me quedaría en casa tratando de descansar un poco y esperando que la tos se me quitara, tampoco tenía ganas de darle explicaciones de porque estoy en casa y no en el trabajo. Ya no quiero estar dando explicaciones de todo, sinceramente no vale la pena Alex.

Solo he salido de la casa después de que tu mamá cerrara su negocio, pase a verla para avisarle que ya estaba en casa pero pusieron el cerrojo, así que terminé en casa de la comadre, solo pase un rato pues de ahí me fui al centro comercial, aunque no pude decirle al niño que quería estar sola, amablemente se ofreció a acompañarme, aun y cuando le dije que caminaría mucho.

En el primer centro comercial no encontré lo que buscaba, continuamente voy para allá con la esperanza de encontrar el cereal que tanto me gusta, una vez lo encontré y ya no lo he vuelto a ver. Cuando nos disponíamos a ir a la otra tienda comenzó a llover, lo bueno es que el ahijado había traído un paraguas, terminé con los pies mojados al igual que él.

Lo que me estremeció de estar con el niño es que me pidió que le contara la historia de cómo habíamos decidido ser sus padrinos, su mamá le contó otra versión pero preferí contarle la nuestra, me escuchó atentamente todo el tiempo, y sabes Alex, creo que eres lo más cercano a un padre que el niño pueda tener, aunque tengo miedo de que te idealice y trate de hacer lo mismo que tú, como alguna vez lo intentó Irving.

A sido justo cuando pasábamos por frente de los cines que la charla se desvió, le comenté que había ido contigo al cine y desde ese día ya no había vuelto a ir, que nos gustaba mucho ir, prácticamente me dijo que ya era el momento de afrontar mis miedos y tratar de seguir adelante, quizá no con esas palabras pero básicamente ha sido eso.

Hemos quedado de ir al cine algún día, ha dicho que no soltará mi mano para que me sienta segura, eso hizo que casi comenzara a llorar, creo que no se dio cuenta la magnitud de sus palabras pero ha hecho bastante eco en mis pensamientos. Como es posible que un niño de 9 años, quizá más sea más fuerte que yo en ese aspecto?

Y compramos solo palomitas, de ahí me acompaño a la comida china, aunque sus palabras fueron muy sabias sigue siendo el mismo niño Alex, hemos quedado de ir a comer juntos un día, pero su comportamiento es como antes Alex, pidiendo casi todo lo que ve, aunque cuando estoy con él siempre pienso en como habrían sido nuestros hijos.

Después de dejarlo me he ido a casa y rápidamente me quite los zapatos y me metí a bañar, para no enfermarme más de lo que estoy, alrededor de las 8 de la noche me hablo tu mamá, primero regañándome porque no sabía dónde estaba, luego cuando supo que pase a verla pero no pude entrar cambio su tono de voz, quizá Cecilia le confirmo que la puerta estaba cerrada.

Me ha contado que alguien de la familia de tu papá se ha ido, tal parece que es una persona joven, me conto con tanta familiaridad de esa persona que por un momento llegue a conocerlo, pero como siempre me pasa no supe exactamente de quien me hablaba.

Hemos quedado en ir mañana a la Quiroga, para que vaya a misa y a hacer un poco de mandado, mañana será otro día.

Me haces mucha falta Alex… te ruego ya vengas por mi…. TE AMO.

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