19 de agosto de 2014

Las cerezas

Desperté como todos los martes Alex, sin ganas de destaparme, más con ganas de quedarme acostada y tratar de soñarte, pero me levante a tiempo para prepararme y salir de casa para encaminarme al Cenlex.

Hasta eso, ya van varios días que llego temprano, y eso que los niños ya han comenzado a asistir a clases. Llegue antes que todos, entre al salón y comencé a revisar mis correos en el telefonito, la clase comenzó a tiempo pero se me ha hecho bastante aburrida, tal parece que hoy los demás tienen más capacidad que yo para improvisar, pero bueno.

Cuando pasaba por un centro comercial, al que alguna vez llegamos a ir, mi intención inicial era solo de buscar las cocas sabor cereza, pero no encontré nada, un dependiente me dijo que ya llevan casi 2 meses sin tener ese producto, la ventaja ha sido que encontré las cerezas a buen precio, pero al querer pagarlas el costo era más de 100 pesos, afortunadamente me ayudaron y al final, por un total de 80 pesos me traje casi 900 gramos.

En el trabajo todo ha estado tranquilo, casi no he hecho nada interesante, solo organizar la carpeta de libros que he llegado a juntar, creo que al terminar de hacerlo deberé comprar un lector de libros digitales, la época de comprar libros ha llegado a su fin Alex, solo comprare aquellos que realmente sean necesarios o importantes, como los de Anne Rice, sigo buscando un libro para completar esa trilogía que querías comprarme hace años.

Me he ido antes de que comenzara a llover de nuevo Alex, a mi hora por supuesto, aunque casi para irme Vic me llamo a su oficina y me ha pedido que arregle algunos documentos. Lo bueno que no me causaron gran problema, los he terminado antes de las 5.

Cuando llegue deje al coquito bien resguardado, prendí la bomba del chaparral y me fui a casa, no sin antes pasar a saludar a tu mamá y avisarle de la bomba, como siempre. Estaba tranquila, solo estuve con ella unos minutos y me vine a casa, aún sigo teniendo el estómago inflamado y la hora feliz comenzaba ya Alex, así que prefería irme a casa y dejar libre “mi felicidad”, estoy segura que tu entenderás bien a que me refiero.

Tuve ganas de darle un paquete de cerezas, pero con eso de que luego se los regala a otras personas preferí mejor no hacerlo, ya en casa comí un poco, sigo sin poderme terminar el plato de comida sin sentir ascos, seguro es por la medicina. No encuentro otra razón.

Por la noche he comenzado a ver una película en el telefonito, ya se ve mucho mejor, pero me quede a la mitad porque el sueño ya me estaba pegando duro, seguramente por la pastilla que tomé para dormir.

Ha estado lloviendo mucho así que espero poder conciliar el sueño sin problema. Te extraño tanto Alex, no sabes cuanta falta me haces.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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