25 de julio de 2014

Los reclamos

He tenido un sentimiento bastante extraño desde que desperté, pero como bien dice el dicho de que no hay plazo que no se cumpla, hoy estaré frente a tu mamá y seguramente no me irá del todo bien.

En el trabajo he estado bastante tensa, todo lo que he intentado hacer no me ha salido del todo bien, a eso sumamos el poco interés y la falta de concentración que tengo, todo lo que hago me resulta o muy difícil o no he podido hacerlo.

Sigo pensando tanto en lo que pasó en días pasados, realmente pensarán que soy tan tonta como para necesitar siempre ayuda de ellas?, o será acaso que no saben realmente como ofrecer su ayuda?, tantas y tantas cosas me vienen a la mente, hipótesis, posibles respuestas, etc.

Pero por más vueltas que le dé al asunto siempre llego a la misma conclusión, tengo que hacer cosas que no debería, principalmente no deberías de haberte ido, comienzo a odiar eso, odiar el que me hayas dejado, el que te hayas rendido, pero principalmente a mi falta de tacto y no darme cuenta de tu situación.

Ahora soy yo quien tiene tanto miedo Alex, quisiera ya irme, dejar todo atrás y pensar en otras cosas, quizá alcanzarte en el lugar donde te encuentres, seguramente por eso no me da miedo que me asalten, estoy segura que me opondría a ello con todas mis fuerzas, no por el hecho de salvaguardar mis pocas pertenencias, sino por la posibilidad de perder la vida y poder alcanzarte.

Tantas cosas giraron en mi mente todo el día, quizá por eso me ha dolido la cabeza desde la mañana. Pero lo más pesado estaría por venir.

Sinceramente no tenía ganas de llegar a la casa, sabía perfectamente que habría dos opciones, que tu mamá me tratara como si nada y eso me desconcertara o que me reclamara por lo que paso anteriormente. Y eso paso, apenas cruce la puerta ella estaba ya esperándome, tenía en la mano una gran mota de alcohol limpiando el baño, como siempre lo hace.

Y comenzó la charla, inicio diciéndome que ya no quería ir a ningún lado, ni a las flores, a llevártelas o al mercado, por un segundo quise darme media vuelta pero aguanté lo más que pude, me reclamo muchas cosas pero la principal es que ella entendió que yo le dije que no me gustaba que cualquiera me llamara la atención, y su argumento es que ella no es cualquiera, es tu madre y como tal le debo respeto.

Casi me suelto a reír cuando la escuchaba, no me quedo más que aguantarme y ofrecerle una disculpa por eso, trate de explicarle que no había sido mi error y que había pasado una mala noche, que tuve que ingeniármelas para tener luz, por supuesto ella dijo que lo pensó y yo lo hice.

Tuvimos una charla en la que nadie se ha metido, aunque luego paso Cecilia y pregunto si iríamos a las flores, ella dijo que sí, yo solo guarde silencio y comenzamos a charlar las tres, sobre todo limpiando asperezas, pequeños mal entendidos entre nosotras. Supuestamente seguiríamos charlando de lo mismo en el camino, pero cuando nos fuimos comenzamos a hablar de otras cosas que ya ni recuerdo bien Alex, pero nada relacionado con lo pasado. Eso sí, he quedado de que yo pagaría una parte del recibo de luz que se debe para que ellas puedan cancelar el servicio.

Finalmente eso es lo que más le preocupa a tu mamá, siempre habla del dinero y que las ventas han estado muy bajas, “las vacas flacas” es como siempre relaciona esta temporada, la pregunta es: se terminará algún día esto?

Me siento tan mal. Llego a casa, hablo con mamá y al colgar me suelto a llorar, porque pasan estas cosas Alex?

Alex… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

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