24 de julio de 2014

La charla con Omar

Sinceramente no he dejado de pensar en todo lo que sucedió ayer, sobre todo en las consecuencias que me traerán y lo que me obligarán a hacer, como sabrás bien Alex, solo le doy vueltas a lo mismo y eso hace que mis ánimos estén por el suelo.

Y al parecer ese ánimo solo lo ha notado Omar, cuando llegue a la oficina se me quedo mirando y justo cuando Enrique y los demás se fueron a hacer la mudanza hemos charlado bastante.

Solo había bajado por una taza de café, pero al ir con él y sentarme fue cuando ya no pude más, no sé en qué momento pero la charla fue hacia como me sentía, le conté lo que había pasado con tu mamá ayer, me hizo ver que quizá ya iba con la cabeza llena de humo por su hija o nietos.

Le conté de eso, de cómo me sentía, de sus exigencias, de todo lo que he tenido que ceder, escucho todo, trato de consolarme un poco. Hay Alex, simplemente hable, llore y me desahogue con el como con nadie.

Una frase que se me quedo gravada fue lo que dijo: "No logro entender el nivel de soledad que tienes, animo".

Quizá ya sea el momento que piense en irme de ahí, debo de dar muchos pasos pero uno de ellos será romper mi promesa y mover tus cosas, venderlas, tirarlas, reacomodar algunas, que se yo Alex, lo que sea necesario para desocupar esos cuartos tal como quiere tu mamá, quizá así me sienta un poco mejor, lo siguiente quizá sea vender cosas más grandes, más dolorosas.

Estoy segura que eso no detendrá a tu mamá, si no es eso será otra cosa, pero siempre me controlara con cualquiera cosa, no se Alex, debo ya irme de ahí?, no sé qué hacer.

Al volver temprano, me voy con las Chavéz un rato a charlar, ver cómo sigue Blanca y despejarme un poco, pero básicamente es para perder tiempo y darles oportunidad de que cierren el negocio para poder meter mi bici, hasta por eso ayer se molestó tú mamá, aun y cuando ya le había pedido permiso.

Lo chistoso ha sido ver la carita de Fernanda al confesar que tiro agua y se estaba mojando el celular de Blanca, la cara de ella cambio completamente por lo que me hizo sentir mal, así que me despedí y al salir me topé con tu hermana y mamá, estaban esperando a su trabajador que había ido a algún mandado. Por supuesto solo me saludo Cecilia.

Tarde triste, ni ganas de bañarme tengo.

Maldita suerte, porque te fuiste Alex?

Alex… ven ya por mi… no puedo más… TE AMO.

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