18 de julio de 2014

La charla con Cacho

Pensé que sería un día como cualquiera, ir al trabajo, volver a tiempo para pasar por tu mamá a las flores, esperarla a que terminara de hacer sus cosas, lidiar un poco con el tráfico, tanto de ida como de regreso, dejar a tu mamá y guardar a la nena, hasta ahí todo estaba como lo planeado, pero cambio después de charlar con Cacho cuando pase a su tienda y compre unas papas.

Me ha dicho que Héctor le comento que un Bora plateado ha estado rondando la cuadra, en ese coche suelen estar un hombre con barba y otro de piel más oscura, pero que tengamos cuidado, él los confronto y les dijo que ahí vivía su familia, pero aun así nos ha alertado a todos.

Luego me conto una historia de un chico que se sentó en su escalón por un buen rato y que luego volvió preguntándole si no había dejado una tarjeta pues no encontraba la de él y supuestamente la encontró dentro de uno de los letreros que tiene afuera de la tienda. Me asome para ver un poco el cartel y desde donde yo me encontraba no se podía ver nada. Me pareció bastante extraño.

Seguía contándome varias cosas pero por el ruido que hacia Fernando en su taller no pude escuchar mucho, lo que si le dije es que cuando le contara a mi suegra ella me iba a insistir de nuevo en desocupar los cuartos de arriba, cosa que aún no he hecho por respeto a tus cosas Alex, respetar tu espacio y todo lo que ahí guardaste además de las cosas que hiciste para que yo estuviera más cómoda, en fin, aun no puedo deshacer todo lo que tú con tanto amor hiciste.

Así que después de la charla esperare a que tu mamá me diga que tenemos que hablar y de nuevo tengamos esa charla, como me va a doler eso Alex, pero ni hablar, todo por seguir en el mismo lugar que tú me dejaste.

Por la noche, ya cuando me estaba preparando para dormir, veo un coche plateado, se me va el corazón a los pies pero me asomo para ver quién es, termina siendo el hijo del tepiteño, solo vi como metía el coche y una chica salía de una de las casas de la cuadra.

No puedo dormir bien, sigo pensando en lo que Cacho me dijo, pero más que miedo por eso es la zozobra de pensar en lo que tu mamá me dirá. Eso me mantiene más en tensión que nada.

Hay Alex… tantas cosas que no debería estar pasando sola… te suplico vengas por mi… no tardes... TE AMO.

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