17 de julio de 2014

Charlando con Enrique

Y pensé que sería un día tranquilo, pero no fue así Alex, desde días antes Vic nos pidió que nos registráramos en una conferencia que darían por Webex, así lo hicimos pero en el momento justo Enrique no pudo entrar y Vic me pidió que compartiera mi pantalla, así lo hice.

Al comenzar la conferencia note que se distraía bastante, me ha dado curiosidad y vi que estaba haciendo, resulta que el niño se la pasaba chateando en una página de chat público, por supuesto hice mi cara de inconformidad y al parecer eso le molestó a él.

En cuanto Vic, Magos y Pedro se fueron a comer él me dijo sin más: “Tienes algún problema conmigo?” Y comenzó el desastre, la charla se iba poniendo cada vez más tensa pero sabes Alex, no sé de dónde pero ha salido el temblé que me ayudo a tranquilizarme y tomar las cosas más relajadamente, porque llego un punto en el cual hasta las manos me estaban temblando del coraje, así que pensé en ti, en lo aprendido con el Inge Sánchez y me tranquilice.

Lo hice también que pude llevar la discusión como yo quise y me lo he puesto como chancla, le he reclamado tantas cosas que tenía en la mente sobre su forma de actuar con todos nosotros, prácticamente le explique que esta es una empresa familiar y que en ese sentido las tiene de perder ya que Vic estaría de mi parte y sobre todo con los argumentos en su contra.

Para no hacerte el cuento largo le he hecho ver sus errores, sobre todo porque el señorito se montó en su macho y no hizo sentir muy incomodos la semana pasada y ya no sabemos cómo tratarlo o comportarnos con él. Creo que entendió todo lo que le dije y hasta una disculpa me ofreció.

Creo que le ha dado más miedo que fuéramos con Vic y le expusiéramos el caso, de todos nosotros es al que más miedo le tiene, y quien no Alex, yo aún no logro ver a Vic completamente enojado. Eso sí que lo ha hecho temblar, pero me ha dado mucho coraje con él, como es que me quiere levantar la voz Alex, ni tú lo hacías.

Hemos terminado la charla cuando escuchamos que Vic y Pedro estaban entrando a la oficina, al final le dije que me dejara ser su amiga pero que no se comportara como un niño que ya no lo es.

Uff, una tarde bastante tensa Alex, pero al final creo que ha servido para amansar a este cubanito enojón. Como dijeras: "para mis pulgas".

Volví rápido a casa, de nuevo la lluvia pisaba mis talones, me moje un poco pero nada de cuidado.
Te extraño tanto Alex, ojalá estuvieras aquí.

Alex… ven ya por mi… no tardes… te lo ruego… duele mucho… mucho… TE AMO.

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