30 de junio de 2014

En bici al trabajo

Es curioso como a veces el estrés hace que sueñes cosas, como me ha pasado estos días Alex, estuve soñando tanto con eso de andar en bicicleta, hasta he llegado a pensar que ha sido una mala idea comenzar a hacerlo sin ti, además hace años que no lo hago, tengo tanto miedo de caer.

Por la mañana he llegado a pensar que ni tu querías que me fuera en bicicleta a la oficina, ha amanecido chispeando, lo menos habría sido que le dijera al trabajador de tu mamá que volviera a subir la bicicleta, tomar las llaves e irme en transporte público.

Salí de la casa abrigada, me he puesto un impermeable y baje las escaleras, tuve que sacar la bicicleta para que no le estorbara a tu mamá o que me dijera que es responsabilidad mía si la roban, así que ni hablar. Hasta he lanzado una moneda al aire para tentar a la suerte dos veces, ambas me salía que no me fuera en bici al trabajo, puedes creerlo?, estuve a punto de hacerle caso.

Estando afuera me monté en la bici, pensaba dar una vuelta a la cuadra y ver que tal me sentía, pero encontré fuerzas y agallas para dirigirme hacia la avenida, y comenzó el trayecto. La gente me miraba como jadeaba, como medio frenaba y sobre todo el estar sola. Habrán visto tambien mi tristeza?

Afortunadamente ya hay un carril especial para las personas que usan bicicleta aunque algunas personas no lo respetan y se estacionan en ese lugar, he hecho muchas paradas Alex, una cuadra y tenía que detenerme a tomar aire, así sucesivamente Alex, creo que uno de los peores trayectos ha sido para cruzar una avenida enorme, en donde el transito va por todas partes y los conductores suelen pasarse algunos altos.

Para mi sorpresa llegue a la oficina, me sentí feliz de cumplir una pequeñita meta, pero al mirar a mis costados sentí el vacío de tu presencia, me viste Alex?

No te imaginas el estado en el que llegue, toda hecha sopa, sudando y colorada, lo bueno es que me había llevado una playera para cambiarme la mojada, Omar me felicito por hacerlo y me impulso a seguir haciéndolo, por la tarde me ha ayudado a checar la bici y ver si tiene algún desperfecto.

Y lo tenía Alex, una de las llantas estaba mal nivelada, al igual que la de él y los frenos muy apretados ni que decirte de la altura del asiento, todo esto me ha ayudado a corregir, pero llevamos la llanta delantera con un señor a la vuelta para que la nivelara y con eso poder hacer menos pesado el trayecto.

El regreso ha sido más ágil, por la mañana hice casi 1 hora, ahora han sido unos 30 minutos, gran diferencia Alex, estoy segura que así nos vendríamos a la oficina Alex... en bicicleta. Tú en la amarilla y yo en la gris. Ahora solo me falta comprarme el casco, la cadena de seguridad y una canastilla para poner las cosas. Poco a poco Alex, solo así puedo hacerlo, ojalá estuvieras aquí para verme y ayudarme.

Te extraño tanto Alex.

Alex… no tardes… ven por mi… ven pronto… TE AMO.

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