29 de junio de 2014

Las pastillas de mamá

Hoy me levante temprano, esta vez no he comprado nada en la Quiroga aun y cuando tu mamá me insistía en hacerlo, además las he acompañado al mercado para que Cecilia compre su carne.

Cuando nos quedamos afuera esperándola tu mamá comenzó con sus comentarios mala leche, según ella por ley el coquito le pertenece pero yo no quise dárselo o vendérselo, ya sabes Alex, llego un momento en el que estuve a punto de comenzar una discusión, pero preferí dejarla hablar, al final dice que ella lo que quiere es a ti y que por su culpa te fuiste. Al menos eso es lo que hoy ha dicho.

Siempre que comienza con sus comentarios pienso en ser la persona prudente y no comenzar una batalla campal en la que yo pierdo más que ella, todo por mi terquedad de seguir viviendo ahí Alex, pero tengo la esperanza de que algún día vengas por mí y continuo viviendo ahí te sea más fácil encontrarme. Si… una estupidez dirías Alex, pero por ahora es lo que pienso.

Luego he ido a casa de mi madre, estaba con cara de compungida, ya sabes su famosa cara de mártir, según llevaba días sintiéndose mal y no quiso preocuparme, cuando he ido por una torta al pastor me pidió que le comprara pastillas para la diarrea, al final lo he hecho Alex, las mismas pastillas que te recetaron a ti, sí que me ha dolido.

Y a medio partido de la selección me he regresado, rápidamente compre un poco de fruta y mi torta, llegue y me vine a casa de mi madre, vi medio partido pero seguramente mi mal humor hizo que mejor me regresara a casa y no tuviera problemas con mi madre.

Traté de llegar rápido pero en el camino la selección metió un gol, solo medio vi los dos que nos metieron Alex, como siempre: “Jugaron como nunca y perdimos como siempre2. Estoy casi segura que habrían sido esas tus palabras al finalizar el partido, los únicos partidos que realmente disfrutábamos Alex, en el aire quedo el plan de irnos a Brasil para el mundial. Como duelen los planes rotos.

Hice mi limpieza, bueno solo levante un poco mi tiradero, lave la ropa y le puse más néctar a los colibríes, han estado viniendo más, seguramente por el frio deben de ingerir más azucares. He llegado a contar unos 4 rondando los bebederos, pero hay uno que no los deja tranquilos, creo se cree dueño de ellos.

El resto de la tarde me la he pasado mirando tv, por fin he completado un fin de semana sin prender la computadora, vaya... un logro Alex.

Te extraño tanto.

Alex… ven por mi… no tardes demasiado… ya no quiero seguir… ya no… TE AMO.

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