9 de mayo de 2014

Las cocas de sabor

Un día largo Alex, afortunadamente mamá ha ido por la leche y pude despertarme un poco más tarde, aunque creo que no fue bueno hacer eso pues cuando llegamos al consultorio del doctor ya había mucha gente, afortunadamente no esperamos mucho y nos atendió rápido, por supuesto estaba a las vivas para que me viera y supiera que estaba ahí. Y así paso Alex, el doctor salió a no sé qué y me acerque a él.

Revisaron a mamá, tanto el doctor como yo estábamos sorprendidos por la visión de mamá, podemos decir que recuperó la vista entre un 90 y 95 porciento. Ahora solo a esperar 3 meses para que le haga de nuevo el examen y poder mandarle a hacer unos lentes para la visión fina. Tan de buen humor lo encontramos que mamá le pidió que le sacara 2 puntos que tenía en el ojo y le molestaban al parpadear.

Me ha sorprendido ver que aun con las manos grandes tuvo una delicadeza para sacarle las puntadas, solo vi dos hilos en la gasa con un poco de sangre pero fue todo Alex, creo que hasta tú te habrías sorprendido. Y para ponerle la cereza al pastel el doctor se llama Jesús. Puedes creerlo?

Cuando salimos le hable a la comadre pues estábamos en el mismo hospital que ella, me ha dicho que el niño necesitaba una muda de ropa interior y ella algo para desayunar, por lo que fuimos a una tienda comercial con la esperanza de encontrar la ropa interior, pero no la encontramos, por supuesto no tenía intenciones de ir al centro comercial por ella.

Para mi sorpresa encontramos paquetes de cocas que solíamos beber cuando estábamos en estados unidos, recuerdas?, aquellas cocas sabor cereza y vainilla. No sé qué cara habré puesto pues mamá accedió a volver a la tienda por dos paquetes al finalizar las cosas con la comadre.

Compré la misma cantidad de tacos y se los llevamos, charlamos un poco con ella y luego volvimos a la tienda por los paquetes de cocas, una de cada sabor, un taxi y a la casa Alex.

A penas tuvimos tiempo de volver a casa, mamá me acompaño a ver al alergólogo, nos toco la ficha 6 y eso que llegamos temprano. Al doctor le causo gracia mi comentario de que había llevado a mi mamá como todos los demás pacientes (el doctor es alergólogo de niños), le explico un poco a mamá en qué consistían las vacunas y mi tratamiento. Por supuesto he salido de ahí con una receta y las dichosas vacunas Alex.

Volvemos y comemos pescaditos que mamá compro Alex, en el mismo lugar donde solíamos ir, ya están bastante caros a comparación de cómo los comprábamos. Pero como mamá dice: no siempre podemos comer eso.

Por la tarde me piden que lleve a tu hermana y mamá a comprar un pastel, al principio querían que las llevara cerca de donde trabajaba Victor, por supuesto les dije que yo no iba para allá, afortunadamente tu hermana entendió y compraron los pasteles donde solíamos comprarlos Alex.

Vuelvo a casa cansada... muy triste, afortunadamente mamá se ha ido a dormir temprano por lo que me quedo en la sala bastante triste. Donde estas Alex?

Alex… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

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