La lagunilla

Sinceramente no quería que llegara este día Alex, ayer me dijo la comadre que iríamos a comprar los recuerdos del niño, menciono claramente “La lagunilla”, pensé que quizá podría hacerla cambiar de opinión, pero no fue así.

Como cada sábado me levante temprano para ir por la leche, me recosté un poco cuando volví pues iríamos pasadas las 12 del día. Me levante poco antes para prepararme, afortunadamente para mi pues la comadre me mando un mensaje diciéndome que su cita para sacar la credencial del elector la habían cancelado porque los encargados fueron a capacitación.

Luego tu mamá me llamo para preguntarme a qué hora nos iríamos, le dije que no sabía pues debía platicar con la comadre para ponernos de acuerdo, no sé si me lo dijo enojada o no pero quería que le confirmara en ese momento para poder organizarse ella y llevar las flores con alguno de los Diaz, solo habían pasado 10 minutos cuando me volvió a llamar para decirme lo mismo, menciono también el que le llevara tus flores pues ella te las pondría para que yo ya no fuera.

Al final he tomado las flores y se las lleve, diciendo que no sabía exactamente a qué hora volvería, ella me dijo que no me preocupara y que seguramente uno de sus nietos la llevaría, que hiciera mis cosas con calma.

Luego me he ido a casa de la comadre, ya estaba esperándome, nos fuimos directamente a… si Alex… a la lagunilla, aunque nos hemos ido en metro, no sé porque pero me quede sin dinero para llevar, pensé en coger el dinero de la ratita pero ni eso tenía, pero me he llevado las tarjetas Alex, pensando que quizá las pueda usar.

Y llegamos a la lagunilla, para mi mala suerte bajamos del lado de Tepito, hemos caminado algunas cuadras que me hicieron estremecer mucho, la calle de los perfumes, de la ropa, etc. Constantemente estuve volteando hacia atrás, como antes Alex, pero esta vez para buscarte, y lo hice, por todas partes, observando a la gente pero en si buscando tu cara, no te encontré.

La comadre prefirió caminar atrás de mí, no sé bien porque, quizá porque yo caminaba más rápido que ella, no lo sé. En algunos momentos me sentí incomoda, otras trate de concentrarme en lo que hacíamos y por dónde íbamos.

Para mi mala suerte caminamos más de lo pensado, trate de concentrarme en los puestos, de distraerme pero nada funcionaba Alex, siempre estuve constantemente buscándote, casi me suelto a llorar. Varias veces estuve pronunciando tu nombre, teniendo las manos metidas en los bolsillos para no buscar las tuyas. Claro Alex, hice algunas pequeñas bromas con la comadre, pero ninguna tan especial como para mencionar.

Y llegamos al mercado que queríamos, hemos hecho lo que siempre hacíamos Alex, caminar pasillo por pasillo, buscamos los recuerdos pero ninguno nos parecía lindo o bonito, otros eran solo para niñas, de hecho la comadre estuvo mirando algunos vestidos de quinceañera pues este año Tere los cumple, ya comenzaron a buscar los padrinos.

Afortunadamente para nosotras en el penúltimo pasillo hemos encontrado los recuerdos y la biblia para el niño, lo bueno es que la comadre llevaba suficiente dinero para pagar, no fue mucho Alex, en total han sido 400 pesos, por la biblia, la hombrera, la vela y 24 recuerdos.

Ya cansadas y con hambre volvimos a casa, hemos llegado alrededor de las 3.30 de la tarde, me despedí de ella y volví a casa.

He vuelto a salir solo para prender las luces ya que tu mamá se tardo demasiado, me dilate un poco pues justo cuando estaba saliendo ellas llegaban, ha sido Andrea quien las llevo, ni la salude, solo a tu mamá quien me dio las gracias por ir a prender las luces, me vine a casa rápido pues hacia mucho frio.

Terminé el día con un buen baño y a la cama, me siento terriblemente cansada, pero no es por los pies Alex, son tantas emociones que he experimentado hoy, aunque no he podido evitar llorar sola en la sala, pensando en ti, extrañándote horrores.

Alex… ven por mi… te lo suplico… no tardes… ven ya por mi… TE AMO.