28 de diciembre de 2013

La milanesa

El caminar por las calles para ir por la leche ha sido difícil hoy Alex, de nuevo comienzan a dolerme mucho los pies, varias veces tuve que detenerme y tratar de descansar un poco, olvidarme un poco del dolor físico es casi imposible como el dolor espiritual, siempre presente.

No sé bien el motivo pero encontré varios camiones cerca de la iglesia, creo que de nuevo van a celebrar una misa comunitaria, pero que se yo Alex, desde hace mucho que no me acerco a la iglesia, solo lo hago para llevar a tu mamá, según ella me está acercando a la iglesia, pero yo ni en cuenta.

En cuanto metí las bolsas al refrigerador me fui derechito a la cama, me tapé, sobe un poco los pies y me quede dormida. Solo recuerdo que apague el televisor, me di vuelta y me tapé la espalda como pude.

Solo he despertado cuando escuché que metían el camión, el ruido hizo que despertara, comí un poco y me preparé con calma para ir a esperar a tu mamá, irnos juntas a las flores se ha hecho costumbre de los sábados.

Aunque hoy tuve que esperar un poco pues habían ido con la doctora pues Andrea tiene alergia, según desde que estuvo con tus “gusanos”, pero por más que le digo a tu mamá que fue a causa de una chihuahua no me cree, pero bueno, ya me he cansado de tratar de corregir sus historias, ahora solo me siento y la escucho.

Fuimos y venimos rápido, como llevábamos gerberas no perdimos el tiempo en ponerlas, solo las alineamos, esta vez he llenado tu florero con colores vivos, aunque al final nunca termina gustándome del todo.

Tu mamá le dio las galletas y un nescafe a la señora que mantiene limpio a Alfredo y por más que buscamos al güero no lo encontramos, el que sí estuvo más que atento a nuestra llegada fue Ramiro pues como cada fin de año le dan dinero y una botella de vino, aunque de 40 pesos Alex, pero se ha ido gustoso con su regalo, tal parece que nadie más les da algo.

Y al volver hemos pasado con la señora Bety, pero ya no encontramos nada, solo dos tostadas de pata que se ha traído Cecilia, cuando guardamos a la nena un chico le dijo a tu hermana que iban a comer milanesa con espagueti, por supuesto que se nos antojo a las tres, sobre todo a tu hermana y a mí que hasta pudimos imaginarnos el plato.

El detalle tierno de hoy ha sido que tiempo después de volver a casa me llamó tu mamá, solo me dijo: “Ven por la ventana de la cocina”. Cuando llegue olí algo como a nuez, pero no le presté atención, me deslizaron un plato por la ventana y me vine a casa, al quitarle el papel aluminio noté una milanesa empanizada con ensalada.

Ese gesto me ha hecho sonreír, y aunque ya había comido algo probé un poco del platillo, estaba rica Alex, aunque no como me la había imaginado, sinceramente pensé en las milanesas de pollo que comíamos cuando íbamos a ver a Nute a la planta de Tlanepantla, seguro sigue ahí el local. Un lugar que por supuesto me hará llorar de ir nuevamente.

Me he dado un baño y me puse aceite en los pies para relajarlos, espero poder conciliar el sueño temprano Alex, me siento muy cansada.

Alex… ven por mi… no tardes… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario