Hoy fuimos al Casco de Sto. Tomas, uno de los médicos que trata a mamá le dijo que fuera ahí para que la revisaran y mandaran algo para mejorar su visión, así que después de sacar varias veces la cita por internet nos hemos puesto de acuerdo en ir hoy Alex, a las 10.30 de la mañana teníamos la cita, ella llegaría por su lado y yo por el mío.
Todo comenzó cuando subí al metro, me invadieron tantos recuerdos, tantas cosas que pasamos Alex, como pude llegue a la estación Normal, nos quedamos de ver ahí a las 10 de la mañana, por un momento pensé que había sido mala idea y que hubiera sido mejor llevarla a la casa y de ahí irnos las dos, pero cuando vi tanta gente a mi alrededor solo pude desear que estuvieras ahí conmigo Alex, para protegerme y no dejar que se me acercaran, como extrañé eso.
Casi me molesto con mamá cuando la encontré afuera del metro, pero ya después supe porque, ella había llegado en taxi debido a que no pudo entrar en el metro, hasta eso no le cobraron mucho Alex.
Caminamos un poco para llegar a Optometría, esperamos poco tiempo para ser atendidas, finalmente llego un chico y pudimos pasar a uno de los consultorios, al principio solo nos atendería uno, pero luego llego otro chico al que le llamo la atención el caso de mamá, al final los dos la van a atender.
Lo bueno es que pudieron consultar a dos especialistas, sobre todo una, que ha ido a dar su punto de vista y tranquilizar un poco a mamá, los chicos nos habían dicho que quizá sería bueno ir el viernes pero afortunadamente andaba por ahí la persona a quien consultaríamos.
Un caso bastante difícil, según comento la especialista pero que harían todo lo posible por ayudar a mamá, un trato bastante humano Alex, cosa que le agrado a mamá, el daño que le causo Carmen ya no tiene remedio, el desprendimiento de retina ya está sanado, nada que poder hacer, pero de lo perdido lo recuperado, no hay de otra Alex.
Cada vez que veía a mamá cuando le hacían el examen de la vista me acorde tanto de ti, cuanto valor le dabas a la vista, ahora deberé cuidarla lo mejor posible Alex, hasta que esté contigo, cosa que espero sea pronto.
Aunque el trato fue de primera sí que nos hicieron esperar bastante, hemos salido de ahí alrededor de las 2 de la tarde, entre que el examen duro bastante, esperar a que viniera la especialista, la maestra que también estuvo con nosotros, las recomendaciones para la próxima cita, etc.
Como mamá tenía ganas de ir al baño pasamos a una taquería en la que al final hemos comido y nos trajimos unas tortas para más tarde. Por supuesto he llevado a mamá a su casa, bueno a la estación enfrente de su casa, no quiso que la acompañara más allá, sobre todo porque parecía que estaba lloviendo por allá y yo no traía sombrilla.
He vuelto a casa con una torta al pastor, dos paquetes de galletas, pero sin tenerlo programado termine yendo al local donde venden las pepitas que tanto nos gustan Alex, pepitas y un paquete de palanquetas.
Una de las cosas que me desesperan de mi mamá es que trata de controlar el tiempo que tengo, saber exactamente donde estoy, como cuando estaba estudiando Alex. A cada rato me llamaba. Ya en casa pase a saludar a tu mamá y darle la mitad de las palanquetas, en un segundo Cecilia trajo una bolsa para ponerlas, parecía una niña tu mamá mientras sacaba algunas del paquete.
El resto de la tarde ha transcurrido “normal” Alex, comí la torta, descanse un poco y mire la televisión, un día bastante cansado. Espero me sirva para conciliar el sueño temprano, sigo sintiéndome muy cansada.
Alex… ven ya por mi… no tardes mucho… TE AMO.
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